El sindicato Jupol-Ceuta ya presentó escrito oficial en mayo de este año reclamando la subsanación de las múltiples deficiencias detectadas en la frontera del Tarajal, entre las que se incluía la puesta a punto o nueva instalación de badenes orientados a impedir entradas como la del kamikaze. “A pesar de haber sido presentado el día 30 de mayo no se ha hecho nada al respecto a día de hoy, teniendo que lamentar el incidente de ocurrido que podría haber costado la integridad física o incluso la vida de compañeros o los propios usuarios”, recuerda en declaraciones a este periódico el sindicato.
En el escrito oficial al que ha tenido acceso El Faro, se recoge entre las hileras de deficiencias el hecho de los que distintos carriles de la frontera están delimitados por bolardos de plástico, que no se encuentran ni tan siquiera anclados al pavimento, lo que provoca que se muevan por el viento, llegando al punto de que llegan a colisionar o interrumpir el paso desconociendo el carril por el que se circula.
A esto sumó el hecho de que los badenes que sirven para aminorar la velocidad están deteriorados por su antigüedad y continuado uso, por lo que “incumplen la función para la que fueron instalados”, recogió.
Así informaba a la Jefatura Superior sin que se hayan adoptado medidas. A esto sumaron más quejas, como el hecho de que las garitas no dispongan de sistemas o espejo para el control de la parte superior de los vehículos, “siendo habitual el tránsito de turismos, autobuses o caravanas de grandes dimensiones y los funcionarios son incapaces de detectar el control de inmigrantes de forma óptima o profesional”.
Jupol-Ceuta apuntó además que los funcionarios de Extranjería tienen que realizar sus funciones en garitas de escasas dimensiones orientadas hacia el oeste, por lo que se alcanzan temperaturas muy elevadas contrarias a la normativa de riesgos laborales.
El sindicato, que se ha adelantado con sus peticiones a una situación de inseguridad que se puso de manifiesto la pasada madrugada, instó a la Jefatura Superior a que realizara una comprobación de las dependencias y el mobiliario del Tarajal, procediendo así a la detección de las deficiencias que denunciaba.
Es evidente que aquellas quejas se perdieron en el cajón puesto que meses después nada se ha hecho y, de nuevo, se ha puesto de manifiesto la falta de seguridad que afecta al espacio fronterizo ante entradas tan violentas como la que protagonizó el detenido. El riesgo fue evidente primero para los inmigrantes, pero también para los agentes destinados.
Ciudadanos pide también instalar bolardos
Por otro lado, Ciudadanos Ceuta mandó una nota de prensa lamentando "profundamente lo poco que le importa a la Delegación del Gobierno, y por tanto al gobierno de España, la seguridad de los ceutíes".
Desde esta formación se pide también instalar bolardos y añaden que "de nada sirve prometer grandes inversiones y mejoras de modernización de la frontera y refuerzo del perímetro si, como parece, se olvida lo más básico, como es proteger la seguridad de nuestros efectivos y la de los ciudadanos".
"Es una grave irresponsabilidad no atender este tipo de peticiones y de no procurar ningún otro sistema para el refuerzo de la seguridad de la frontera del Tarajal frente a estas situaciones", comentan.