Me asombra que nuestro país no sepa proteger en tiempo y forma los derechos más elementales. ¿Qué hemos hecho para quedarnos en la retaguardia de estas protecciones cuando siempre nos enorgullecemos de pertenecer al primer mundo?. Me viene esta reflexión al hilo de una noticia que me sorprende. De hecho todo lo concerniente al denominado movimiento “Okupa” me sorprende. Elaboramos leyes y más leyes y cuando hemos de defender asuntos cuya resolución nos parece trivial por atentar claramente a derechos fundamentales, y si no lo llega a ser es porque los legisladores nunca están a la altura y los jueces con sus inmensas garantías siempre perjudican al detentador de esos derechos, no somos capaces de resolverlos. Leemos en los periódicos continuamente la vulneración de derechos como el de propiedad que nuestra Constitución en su artículo 33.1 dice” se reconoce el derecho a la propiedad privada…”. Bueno pues puede resultar y de hecho resulta que si te ausentas de tu casa temporalmente, porque sencillamente te da la gana, puede entrar , cual ladrón, un vándalo y se hace dueño de la posesión de tu casa que tanto trabajo te ha costado adquirir. Si rápidamente puedes demostrar ante la policía o incluso ante el juez de guardia, que esa casa te pertenece , ¿habría que esperar años a volver a recuperar la posesión de ese bien que tanto esfuerzo costó? ,incluso aunque no hubiera costado esfuerzo si fuera parte de una herencia o una donación, el derecho a la propiedad es cuando menos cercano a lo sagrado. Si en el siglo XXI no se puede proteger con eficacia y eficiencia la propiedad , creo que hemos fracasado como sociedad. Ya sé que, se me dirá, que más tarde o más temprano se logra recuperar la posesión de la propiedad, solo es cuestión de tiempo. Pero creo que es ahí donde está el problema, en el tiempo que reside desde que se ocupa indebidamente el bien hasta que se recupera. Y si es una cuestión de tiempo, ¿por qué no se reduce al mínimo? Es decir, al suficiente para poder demostrar que esa propiedad es de quien antes lo demuestra. ¿De qué sirven los diputados que no tienen en cuenta los verdaderos problemas de los ciudadanos y no elaboran leyes que permitan protegerles cuanto antes?
Así, un ciudadano bien conocido por ser el arquitecto de renombre, lleva tres años porque una pareja de “okupas” saltaron la puerta de entrada y entraron en su vivienda. Un buen día el arquitecto quiso abrir y se encontró con todas las cerraduras rotas y fue expulsado de su casa. Puesta una demanda por delito de “usurpación” ( al parecer si la demanda era por “okupación “ se alargaría más el proceso), un par de funcionarios de un juzgado emite un informe dando fe de que nadie residía en la vivienda. Con este informe de “ausencia de residentes”, dos empleados del arquitecto se presentan en la propiedad y verifican que su interior está desgraciadamente irreconocible, casi todo hecho un desastre, por lo que se dedican a reparar lo posible. En esos momentos llega la “okupa” que se pone a gritar. Ambos, empleados del dueño y la “okupa” llaman a la policía, unos a la Urbana (los empleados) y la otra a la Nacional que obligan a los empleados a entregar las llaves a la “okupa”. Los empleados durmieron en el calabozo acusados de “allanamiento de morada y acoso”
En otro caso, los “okupas” entraron en casa de una anciana de 94 años que había ido a casa de su hermana. La anciana había vivido en su casa durante 88 años. La “okupa” que tiene una orden de búsqueda y captura se enfrentó a los vecinos que la increparon con un cúter en la mano. La anciana mientras tendrá que esperar hasta que se celebre el juicio. Como estos casos desgraciados pero reales ya hay miles en toda España.
Esto, más que una obra de Kafka, es una derrota del estado de derecho. ¿Para qué queremos legisladores, jueces y policía si todo se vuelve contra los tenedores de derechos y no contra quienes violan y usurpan esos derechos? ¿Por qué se ampara la ley de la selva en pleno siglo XXI? Algo habremos hecho mal, o mejor dicho ,algo están ustedes haciendo muy mal, señores jueces y fiscales, señores diputados, ¿o es que hemos construido un estado de derecho para que solo se beneficien abogados y procuradores y por supuesto políticos inútiles?. Pero ¿ustedes han escuchado algún debate de los políticos sobre este tema que quema a todos los ciudadanos? ¿alguien sabe que propuestas tienen los partidos que hoy se presentan a las elecciones, sobre este asunto?. Lo único que es latente es la lentitud judicial, además de los fallos que presenta la ley y el impulso que este movimiento vandálico recibe de los partidos radicales de extrema izquierda como el de la alcaldesa de Barcelona o Ahora Madrid en la capital.
El procedimiento es conocido, estos delincuentes conocen mejor la ley que el propietario desprevenido, hay que llamar a la policía antes de 48 horas los vándalos por ello van a intentar no salir hasta las 48 horas ya que a partir de ahí es necesaria la orden judicial, si se demuestra que llevan menos de esas horas la policía puede intervenir. Después hay que identificar a los okupas, desalojarlos lo que puede durar dos años, mientras habrán destruido el interior del bien inmueble y como se declararán insolventes, todo será a cargo del propietario. Si pasan más de 48 horas sin denuncia habrá que poner una demanda civil por desahucio, ya saben abogado, procurador. Mucho para personas de edad que son las más vulnerables .Ante la lentitud e inoperancia judicial ya hay empresas que se dedican a desocupar la casa por otros medios más expeditivos en un caso, o mediante negociaciones con los vándalos en otra. Pero todo ello cuesta dinero que no todo el mundo puede pagar. Es decir el derecho a la propiedad no es un derecho protegido con la eficacia y la eficiencia e incluso con la economía que a una sociedad moderna cabe exigir. Porque a nadie le gusta ver gente durmiendo en la calle, los denominados “sin techo” y no estoy hablando de estética si no de caridad y creo que estamos contentos con que una parte de nuestros impuestos vayan a cubrir las necesidades de estas personas que por una cuestión u otra no pueden tener un techo digno. Así se han construido albergues y otros tipos de hospederías para estas personas. Pero considero que el movimiento “okupa” tiene una dimensión completamente distinta y las autoridades competentes no lo han sabido atajar adecuadamente por lo que es en nuestro país donde se ha desarrollado con mayor crecimiento.
En otro caso el mareo permanente y martilleante de algunos temas como el del cambio climático, llegan a enmascarar también los problemas cotidianos.
Otro de los problemas más cotidiano de lo deseable es el de la protección a la mujer ante los actos de violencia sexual que se están produciendo, cuando los tribunales no se ponen de acuerdo y ante un acto similar unos condenan por abuso y otros por agresión sexual “Si no hay consentimiento hay agresión sexual”, no abuso sexual por el que han sido acusados otros vándalos, los de la Manada de Manresa después de violar en grupo a una menor de edad que ebria y drogada no sabía lo que hacía. “Si estaba inconsciente no era agresión sino abuso” dice la Audiencia Provincial de Barcelona, cuando lo lógico es que si no hay permiso hay violencia sexual y por tanto agresión, como señala el Convenio de Estambul, que coloca lo relevante en el consentimiento sin diferenciar agresión o abuso. A ver si los legisladores se ponen de una vez manos a la obra y escriben negro sobre blanco estos conceptos en el Código Penal.
Como estos problemas tenemos muchos, que parecen menores pero a veces más importantes para el devenir diario de los ciudadanos que las continuas querellas entre políticos que impiden solucionar los problemas mayores. Pero si no somos capaces de solucionar estos problemas menores, ¿cómo vamos a solucionar los grandes problemas a los que nos enfrentamos?. Así, el paro, la inmigración ilegal, la corrupción de los políticos, la independencia de la Justicia, la ley electoral que beneficia a determinadas regiones, deberían estar resueltos junto a otros problemas como el de la protección a la propiedad privada, para poder enfrentarnos a los de territorialidad, lengua única, mercado único, igualdad de todos los ciudadanos, etc. Se me podrá decir que por qué no se pueden solucionar al mismo tiempo ya que no son incompatibles. Y verdaderamente los que así piensan pudieran tener razón si estuvieran en un país distinto del nuestro, donde todo se politiza y llevamos años pendientes de lo que suceda en Cataluña .¿No es hora de barrer la casa, pintar los desconchones, arreglar las cisternas, comprar una nueva lavadora y un nuevo mantel así como comprar sillas nuevas y por qué no un sofá más cómodo?. Ya veremos en otro momento si hemos de mudarnos a una casa más amplia y más soleada. Ahora no creo que sea el momento, no hay dinero para comprarla. Vamos a solucionar con eficacia los problemas cotidianos a los que nos enfrentamos y dejemos el descubrimiento del gran azul para cuando tengamos los navegantes apropiados, los que saben navegar en la obscuridad y no se desvían de la ruta marcada y conocen la historia de la embarcación que manejan y saben que en otro momento surcó un imperio.
Ahora que iremos a votar preocupémonos de exigir a estos políticos que puedan solucionar nuestros problemas cotidianos, que se apliquen en solucionar la dificultad de la levedad. Para lo otro, lo profundo, no son estos los adecuados.