Las antiguas instalaciones de la Consejería de Sanidad en San Amaro se están convirtiendo en un peligro para los vecinos colindantes. Este sábado Bomberos tuvo que intervenir para sanear la fachada de este edificio que en la actualidad está vacío y en ruinas, pero que permanece en pie bajo la atenta mirada de unos vecinos que creen que tarde o temprano terminará por ocurrir una desgracia.
Los mismos efectivos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento expresaron a los vecinos de la zona que van a redactar un pliego para que se le dé “urgencia” a su derribo. “Saben que cuando empiecen las lluvias los vamos a estar llamando cada dos por tres”, detalla uno de estos vecinos a El Faro, advirtiendo de la inestabilidad que presenta la fachada de los edificios.
En las labores de saneamiento de este sábado, el patio del edificio colindante acabó lleno de cascotes, todos ellos de las ventanas y cornisas que presentan grietas de diversa consideración. “Tenemos miedo de que caigan encima de alguien”, advierten desde este edifico, temiendo por la integridad física de los que allí viven, ya que están a escasos metros de separación.
Pero la estructura no es el único problema, según han podido saber a través de la Empresa de Alumbrado, en estas instalaciones hay una caja de electricidad que abastece a buena parte de San Amaro y que no está en buenas condiciones.
Bajo la investigación de la Inspección de Trabajo
Desde la Sección Local de CSIF denunciaron a principio del año pasado el estado en el que se encuentran las instalaciones de la Consejería de Sanidad y del edificio que linda con este, el cual también es propiedad de la Ciudad Autónoma. Debido a la multitud de reivindicaciones “obviadas” por parte del Gobierno Local y la situación que dicen tener que vivir los empleados públicos allí destinados por el estado de dichas instalaciones y la “flagrante” falta de medios humanos y materiales, determinaron interponer una denuncia ante la Inspección de Trabajo.
Tras efectuarse la correspondiente visita de la Inspección, la oportuna comparecencia de todos los entes implicados ante esta institución y la entrega de una diligencia urgente donde se ordenaba el desalojo del edificio abandonado, la Inspección de Trabajo llegó a constatar varios hechos a espera de seguimiento y tramitación del requerimiento posterior.
Hechos entre los que se encontraban el estado de este edificio principal en uso por la Consejería de Sanidad, entre los que se destaca, tal y como especifica este sindicato, la existencia de agujeros en techos y signos visibles de humedad en zonas de trabajo, riesgos eléctricos y de caídas debido la incorrecta adecuación de habitáculos y puestos de trabajo, zumbidos continuos y niveles de intensidad de ruidos de maquinaria de laboratorio, sillas sin requisitos ergonómicos necesarios, útiles, cajas y material acumulado en varias zonas que obstaculizan recorridos en caso de evacuación debido a la falta de espacio o zonas de organización excesivamente sobrecargadas, entre otros.
En aquel momento, debido a detección de existencia de infracciones graves, la Inspección de Trabajo inició un expediente de procedimiento administrativo especial para la imposición de medidas correctoras de incumplimientos en materia de prevención de riesgos laborales por la Administración local.