Un menor marroquí de 13 años ha muerto aplastado por un camión de transporte internacional, que lo atropelló cuando intentaba esconderse en los bajos del vehículo. Es la práctica que siguen de forma constante menores que quieren cruzar a Ceuta o Melilla por sus fronteras. El atropelló mortal se ha producido en la calle Tánger.
El menor estaba intentando ocultarse en los bajos de este vehículo que se dirigía hacia la frontera, cuando se cayó al suelo y murió aplastado por las ruedas del camión, que le causaron un fuerte traumatismo craneal.
El cadáver del niño fue trasladado al Hospital de Nador mientras que la Policía abrió una investigación sobre lo sucedido. Los medios marroquíes apuntan a que tanto Nador como la zona de Beni Ansar están llenas de menores sin hogar y que aunque el Gobierno ha llevado a cabo campañas para evitar la presencia de niños en la calle, estos siguen ocupando las zonas exponiéndose a muchos riesgos.
Hace escasamente un mes que otro menor falleció aplastado esta vez por un autobús que iba a cruzar la frontera con Melilla. Sucedió de la misma manera. En el entorno fronterizo del Tarajal, decenas de niños repiten esa misma escena de intentar colarse en caravanas o autobuses para llegar escondidos a Ceuta, y para ello se cuelgan de los bajos de estos vehículos lo que supone un grave riesgo ante más que probables caídas al asfalto.
El problema de los niños inmigrantes va a más, expuestos como están a los peligros de la calle, a abusos constantes, a robos y a este tipo de accidentes. Su único objetivo es cruzar a Ceuta y Melilla por sus fronteras, un objetivo por el que arriesgan todo, incluso sus vidas. La oenegé de derechos humanos de Nador ha lamentado esta nueva tragedia que se suma a tantas otras muertes de niños.