El 2 de septiembre, Día de Ceuta, pasará a ser un día laboral, aunque no perderá el carácter institucional que siempre le ha rodeado, ni la celebración de los actos ligados a esta festividad. Era el acuerdo alcanzado por unanimidad de la Comisión Informativa de la Consejería de Hacienda, que ayer se reunía para dar cumplimiento al acuerdo plenario del pasado año, por el cual se incorporaría la Pascual del Sacrificio al calendario laboral de nuestra ciudad, y cuya propuesta deberá ser transmitida al Ministerio de Trabajo antes del 30 de este mes.
Hasta ahora, la celebración de la Pascua del Sacrificio se había salvado aprovechando las festividades que caían en domingo y no se trasladaban al siguiente lunes, lo que permitía utilizar un día para festejar esta fiesta musulmana.
Para al próximo año 2011 se daba la circunstancia de que las dos únicas festividades que recaerían en domingo tienen carácter nacional: el 1 de mayo y Navidad, la primera de ellas aceptada como una celebración aceptada internacionalmente, y la segunda “lógicamente intocable” al afectar a un alto porcentaje de la ciudad, apunta el consejero de Hacienda, Francisco Márquez.
En base a estas circunstancias, el Gobierno optaba por una alternativa centrada en las tres festividades locales: San Antonio, la Virgen de África o el Día de Ceuta, a fin de sustituir una de ellas por la festividad musulmana. “San Antonio tiene un importante componente religioso y popular y la Virgen de África es la verdadera fiesta de Ceuta”. Con esta argumentación de Márquez la opción quedaba limitada al Día de Ceuta, respetando su carácter institucional. “Esta celebración no implica que sea una fiesta laboral, será institucional al igual que hasta ahora, un acto solemne con invitación de otras comunidades y que se rodeará de la misma solemnidad”.
Esta modificación permitiría que la Ciudad pueda disponer de ese día para la celebración de la Pascual del Sacrificio, festividad para la que se baraja el 6 de noviembre del próximo año.
El consenso en la propuesta ha sido el objetivo marcado por la Ciudad, después que UDCE instara al Ejecutivo local a estudiar las opciones respecto a esta festividad. “Queríamos que contara con el apoyo de todos los grupos parlamentarios de la Asamblea porque es algo que afecta a toda la ciudadanía y dado que el número de fiestas viene regulado por ley, hay que jugar con los elementos de que disponemos hasta que no se modifique la normativa que impide añadir una fiesta nueva al calendario”.
Otras peticiones
Respecto a la posibilidad de que la comunidad judía o hindú también solicitaran una fecha local para la celebración de alguna festividad propia de estos credos, Márquez apunta que, de momento, “no se ha dado el caso”, aunque “se podrían plantear pero no tendrían el peso específico que tienen las dos grandes comunidades religiosas, cristiana y musulmana, por número de habitantes, peso específico y porque así es la realidad de la ciudad”.