Francisco Sánchez junto a Mª Jesús Fuentes, cerarán las XXII Jornadas de Historia de Ceuta organizadas por el Instituto de Estudios Ceutíes. Siguiendo la relación cronológica de estos tres días de conferencias, Sánchez abordará esta tarde en la Biblioteca Pública el periodo de represión y exilio de mujeres ceutíes en los años 30, en concreto, la figura de Antonia Castillo. Sánchez hará un repaso de la coyuntura social y política para preceder la trepidante vida de este personaje histórico ceutí, que en opinión del historiador, no se le ha prestado la suficiente atención.
–¿Por qué ha elegido centrar la charla en la figura de Antonia Castillo y no en el de otra mujer exiliada?
–Hace seis años que empecé a recabar información y a leer muchos libros sobre ese periodo de la historia en Ceuta, y un día encontré varios documentos que hablaban de ella. Fue una mujer ejemplar y todo el mundo en Ceuta debería conocerla, creo que tuvo una vida fascinante.
–¿Qué es lo que destacaría de ella?
–Fue la primera mujer médico de Ceuta y tuvo una carrera extraordinaria centrada en el estudio de la oncología femenina. Se formó en Madrid y en Francia y vivió la represión tras regresar a Ceuta. Impartió varias charlas en la Casa del Pueblo de Ceuta dirigidas a las esposas de los obreros sobre su conocimiento en el ámbito de la medicina, actuación que le pasaría factura del mismo modo que su matrimonio con el filósofo Luis Abad, quien era afín a las corrientes republicanas. En 1938 le prohibieron ejercer su profesión y poco después tuvo que abandonar la ciudad debido a la represión recibida. En 1940 se estableció en Burgos siendo la primera mujer en formar parte de su Colegio de Médicos antes de exiliarse a México en 1945. No regresará a españa hasta finales de los años 70.
–¿Cuáles eran las principales reivindicaciones de la Doctora Castillo?
–Ella no era política, se la acusó de alineación republicana tras el golpe de estado, cuando su compromiso era meramente social con todo el pueblo de Ceuta. Ella era la médico de la Beneficencia Municipal incluso atendía a los enfermos en su casa. Más tarde, opositó y obtuvo un puesto en el Ayuntamiento.
“Fue acusada de dar mítines políticos cuando su compromiso era social y médico”
–¿Y si no tenía aspiraciones políticas, ¿por qué sufrió la represión y tuvo que exiliarse?
–Primero le suspendieron el sueldo de funcionaria alegando un “desafecto” con el movimiento nacional, después le acusaron de ofrecer mítines en la La Casa del Pueblo y asumieron sus ideales por ser la esposa de un republicano confeso. No le perdonaron que pensara de manera diferente en esa época donde el papel de la mujer quedaba muy limitado.
–Además de dar a conocer la historia de la doctora Castillo, ¿qué sensaciones pretende transmitir en la charla?
–Aunque su papel fue muy importante, no fue la única ceutí exiliada. Nombraré el caso de las mujeres que migraron a otros países como Mexico o la URSS, personas anónimas que fueron víctimas de la represión política. También hubo muchas víctimas que fueron hombres, pero con motivo de lema de las Jornadas me centraré especialmente en las mujeres.
–¿Considera que su papel fue decisivo en el contexto ceutí del inicio de los años 30?
–Por supuesto. Ella igual que otras mujeres del momento sembraron las bases de todo lo que ocurrió después y las libertades y derechos que recuperaron las mujeres.
–¿Piensa que la labor de las mujeres de la época tuvo la misma trascendencia que la de los hombres?
–Desde luego, si a día de hoy todavía es difícil para las mujeres abrirse camino en determinados campos, imagina en aquellos tiempos. Pero Antonia Castillo no estuvo impartiendo charlas por el hecho de ser mujer sino por sus méritos y su gran trayectoria profesional en la medicina. De hecho, cuando logró la plaza en el Ayuntamiento, se presentó a las oposiciones con cuatro hombres más, entre los que estaba Sánchez Prado, y ella fue quién obtuvo la mejor calificación.
Mª Jesús Fuentes García : “El interés cultural hace valientes a las mujeres”
Mª Jesús será la encargada de relacionar a las mujeres ceutíes en el ámbito cultural. Es miembro de la Asociación de Escritores y Artistas de Madrid(AEAE), también forma parte de la Asociación Colegial de Escritores de Andalucía y del Instituto de Estudios Ceutíes. Su amplia experiencia en el estudio de las corrientes artísticas de las mujeres en Ceuta le han llevado a realizar la conferencia de esta tarde a las 19.30 horas en las XXII Jornadas de Historia de Ceuta.
–¿Cómo valora el papel de las mujeres ceutíes en el ámbito cultural?
–Con cierto optimismo. El papel de las mujeres ha estado relegado frente al de los hombres en todos los ámbitos de la sociedad, pero en Ceuta podemos afirmar tener una gran riqueza de manifestaciones culturales protagonizadas por mujeres. Tenemos muchos nombres y apellidos que han trascendido en varios niveles
–¿Podría citar algunos?
–Me vienen muchos a la cabeza en el campo de la fotografía, la literatura... Por ejemplo Maria Manuela Dolón es un referente con su colección de relatos. Lo cierto es que desde el siglo XX han proliferado muchos nombres como el de Rosa María Estremera, Eva Insanta, Alicia Sanz... También hay muchas que viven fuera y han alcanzado gran repercusión a nivel nacional e internacional. Me dejo a muchas en el tintero pero no quiero olvidar a la fotógrafa África Márquez y a las profesionales de la danza como Rosa Muñoz y Mª José Lence.
–¿Qué particularidades tiene la incursión de la mujer en el mundo literario?
–Principalmente las dificultades para acceder y desarrollarse en él.
–¿A qué dificultades se refiere?
–Las que inpone la sociedad, principalmente por dos factores. Aunque estemos en el siglo XXI, las mujeres seguimos con la obligación de tener que demostrar nuestra valía por el hecho de no ser hombres, y eso nos lleva al segundo factor, la dificultad para desarrollarnos profesionalmente a la vez que conciliamos la vida familiar y las ocupaciones personales que asumen a las madres, hermanas e hijas.
–¿A qué se refiere con la “especial situación de Ceuta” respecto al desarrollo cultural?
–Principalmente a la geografía de nuestra ciudad. Aunque a veces puede parecer que la distancia con la Península nos perjudica a la hora de traer exposiciones o para realizar viajes, creo que estos inconvenientes están desapareciendo. Y tampoco hay que desvincular la influencia del país vecino, que en muchos casos tinta las expresiones artísticas, sobre todo en la fotografía.
–¿Por qué señala la “valentía” de las mujeres que contribuyeron a la riqueza cultural de Ceuta?
–No debería ser así pero anida en el espíritu de las mujeres que se dedican a la expresión artística. Hubo muchas que tiraron la toalla, se han encontrado diarios y lienzos a medio terminar que provocaron un profundo pesar en quienes los descubrieron, podemos pensar que esas personas no pudieron dedicarse a su pasión por falta de comprensión, de medios o incluso por miedo. En cambio, muchas otras tuvieron la fuerza para defender lo suyo. Creo que el movimiento cultural femenino de Ceuta se ha hecho de una manera colectiva luchando por el espacio común de las mujeres. Su interés por la cultura las hizo valientes.
Lo relevante para algunos es que era de izquierdas, punto final.