Como saben, todos los lunes me asomo a las páginas de El Faro de Ceuta con un artículo. Pero hoy hago una excepción con otro extraordinario al saber que el próximo día 4 se rendirá por el Ejército en Ceuta un más que merecido homenaje de despedida a mi buen amigo el Coronel de Infantería Luis Manso López-Marizat, del que, más que un artículo, se podría escribir un libro repleto de los excelentes servicios que durante 70 años ha prestado al Ejército, a Ceuta y a España. Él es todo un referente y una institución no sólo dentro del estamento militar, sino también en otros amplios sectores de la sociedad ceutí. Aunque nació en Almonacid (Toledo), el 5-04-1930, se siente muy “caballa”. Y yo diría que lo es, si no nato, sí neto, porque ama profundamente a Ceuta.
Cuando en 1999 llegué destinado a Ceuta por tercera vez como funcionario de un Cuerpo Superior del Ministerio de Hacienda, tras haber sido nombrado Presidente de los Tribunales Económico-Administrativo de Ceuta y de Melilla, me informaron que estaba incluido dentro de los Protocolos civil y militar; por lo que recibía frecuentes invitaciones del Presidente de la Ciudad y del Comandante General de Ceuta para asistir a actos oficiales. La mayoría de ellas no podía cumplimentar debido a mi doble responsabilidad en ambos Tribunales; pero a los que sí asistía siempre que podía era a las conferencias y demás actos culturales que semanalmente celebraba la Cátedra de Cultura del Centro Cultural de los Ejércitos en Ceuta, cuyo Director era el Coronel Manso, encargado de organizar tales eventos y de presentar a los conferenciantes, bajo la supervisión del Comandante General. Por eso conocía al Coronel, aunque más bien por relaciones de cortesía.
Pero un día, inesperadamente, una compañera me anunció la visita del Coronel Manso al Tribunal, que acababa de llegar y deseaba hablar conmigo. Le indiqué que lo acompañara al despacho y, tras las correspondientes salutaciones de cortesía, ambos charlamos ampliamente sobre Ceuta, el Ejército y la Cátedra de cultura de su Dirección. Enseguida quedé prendado de la charla amena, agradable y simpática del Coronel. Era entonces Ministro de Defensa José Bono y, de sopetón, Luis Manso sorpresivamente me soltó: “Mira Antonio, el Ministro Bono ha ordenado que el día de las Fuerzas Armadas en cada Región Militar se dé una conferencia que verse sobre el ‘Concepto de España’, y el General y yo hemos pensado que en Ceuta seas tú el conferenciante”. Debido a mi carga de trabajo, en principio, me excusé manifestándole que me era imposible, agradeciéndoles a ambos la confianza que me depositaban al haberse acordado de mí.
El hombre se marchó sorprendido. Pero al día siguiente volvió a presentarse en el Tribunal y me pidió que lo reconsiderara, porque decía que cómo iba él a contestar al General que yo no daría aquella conferencia. De manera que terminó convenciéndome, no sólo aquella vez, sino otras tres más, una conferencia que versó sobre Las Armas y las Letras, otra sobre La derrota de Francia por España en la Guerra de la Independencia y otra más para la Hermandad de Veteranos del Ejército y Guardia Civil. Lo refiero, porque fue en el curso de los frecuentes contactos que mantuvimos cuando ya terminamos haciéndonos buenos amigos; porque una de las muchas cualidades de Luis Manso es su habilidad para hacerse amigos de sus interlocutores, con su llaneza, simpatía y capacidad de convicción. Y me consta que militarmente también tiene el mismo talante. Como anécdota y en prueba testimonial, cito a un paisano mío de Mirandilla, Cándido Andrade Villaverde, que hizo la antigua “mili” en Regulares 3 cuando Manso era Teniente, y siempre me sigue preguntando por él cuando nos reencontramos repitiéndome lo buen jefe que era, aunque muy recto.
“A mi buen el coronel de Infantería, del que más que un artículo se podría escribir un libro”
El coronel Luis Manso, con sólo 6 años conoció la traumática noticia de que su padre, Comandante de Infantería, murió en el Alcázar de Toledo en 1936, cuya triste tragedia le dejó huérfano de padre a tan tierna edad. Pero su madre, una mujer valiente y con carácter, le inculcó que también abrazara la carrera militar en honor a su padre y para continuar la arraigada tradición militar de sus antepasados, ingresándolo en el Colegio de Huérfanos del Ejército. Y aquel niño de tan corta edad tuvo la entereza de sobreponerse a tan duro drama familiar, y con entrega, sacrificio, abnegación y espíritu de superación, consiguió cursar el Bachiller y aprobar el ingreso en la Academia General de Zaragoza en 1950, graduándose de Teniente en 1954.
Le entregó el despacho de Teniente su tío y padre adoptivo, Gumersindo Manso Fernández-Serrano, hermano de su padre, entonces General de Brigada, que también le había dado mucho cariño, consejos y esmerados cuidados. Este General en 1960, cuando yo serví voluntario en Ceuta, era ya General de División y Comandante General de Ceuta, habiendo fallecido de muerte natural mientras ostentaba dicho cargo. Y se da aquí la paradójica coincidencia de que este General, su tío Gumersindo, pertenecía a la misma promoción de Infantería que el heroico Comandante José Ledo Rodríguez, de Mirandilla, mi pueblo, que hizo su carrera con él en la Zona Occidental del Protectorado, en Regulares nº 4 de Larache, muriendo también en 1936 en aquella triste contienda civil entre hermanos que nunca se tenía que haber dado.
De Teniente, fue destinado voluntario a Ceuta, donde ha desarrollado su vida militar y familiar durante 61 años, 32 de ellos en Regulares nº 3 y en La Legión. Me tiene contado que tuvo mucha suerte y ha sido muy feliz tanto tiempo en Ceuta, donde pudo liberarse de la tristeza de haber perdido a su padre a tan temprana edad, con la recompensa de haber sido en Ceuta donde ha tenido el honor de rememorar y honrar al padre, que también estuvo destinado al mando de Fuerzas Indígenas. Pero, además, también dice haber tenido la inmensa suerte de conocer y contraer matrimonio con una virtuosa mujer, Rony Serrano Fort (“caballa”), su esposa y madre ejemplar, que le ha dado la doble felicidad de llenar su hogar de enorme alegría, con dos hijos ejemplares, Marisa, Profesora de Instituto, y Juan, también Coronel de Infantería, con tres maravillosos nietos, Mª Ángeles, Pablo y Marta. Luis Manso es un romántico enamorado de Ceuta. De ella, escribió un día: “Ceuta es una luminaria en el Estrecho de Gibraltar, calle mayor del mundo. Sus rocas están empapadas de la sangre de los valientes soldados de España que dieron su vida durante siglos. Ceuta los admira, porque son portadores de un mensaje de bravura y heroísmo y en sus corazones late el amor a la patria”.
“El coronel Luis Manso con solo 6 años conoció la traumática muerte de su padre”
También fue para él una íntima satisfacción haber sido designado en 1964 Capitán Gerente de la Asociación de Vidas y Huérfanos del Ejército en Ceuta, donde voluntariamente se esforzó en desarrollar una amplia labor social, sacando tiempo de sus vacaciones y en horas libres de su trabajo, con la ilusión de poder devolver a los huérfanos y viudas militares los servicios de los que de niño él mismo fue beneficiario, por su condición humanitaria y en agradecimiento a la gran labor que dicha Institución realizó. Otro hito importante en su vida militar fue cuando en 1986, al ascender a Coronel, fue destinado a mandar del CIR nº 8 de Instrucción de la IPS y compañía de la Guardia Real, además de Gobernador Militar de Alicante, donde fue condecorado al mando de unidades del Ejército que salvaron muchas vidas en una riada.
Asimismo, fue para él un inmenso honor, que en 1993 se le designara por el Comandante General Rafael Bada Requena para trasladar a Ceuta las cenizas del héroe ceutí Teniente Ruiz, elaborando personalmente el Pergamino que debían firmar los representantes del Museo de Canarias, donde hasta entonces habían reposado los restos del héroe ceutí de la Guerra de la Independencia, tan querido por el pueblo de Ceuta. El acto de recibimiento tuvo lugar en brillante ceremonia celebrada en la Plaza de África, donde Unidades de la Comandancia General y numeroso público rindieron un grandioso homenaje de héroe de España, con un vibrante discurso del Presidente de la ciudad, D. Juan Vivas, que enardeció al Ejército y pueblo de Ceuta.
El coronel Manso, como en su día expuse en otra conferencia dada en el Casino Militar de Ceuta, titulada “Labor Cultural desarrollada por el Aula Militar de Cultura del Ejército”, realizó una ingente labor cultural y docente como Director de la misma, impartiendo él mismo conferencias, estando muy introducido en los círculos culturales ceutíes, publicando numerosos artículos en El Faro sobre el patronazgo de las distintas Armas y Cuerpos. Cuenta con numerosas publicaciones como: “La Comandancia General de Ceuta en imágenes: 1859-2001” con 612 fotografías. “El Peñón de Vélez en el recuerdo”, dedicado a S.M. el Rey emérito, publicada en el Ministerio de Defensa. “Una sola bandera para cuatro Culturas”. Coautor con el Capitán Zamora de: “Historia del Grupo de Regulares de Tetuán nº 1”. “Historia de la Guardia Civil y su servicio a Ceuta”. Lo mismo sobre la Policía. Colaboraciones con el Instituto de Estudios Ceutíes, etc. Es, además Graduado Social por Granada, Fundador de las Jornadas Geoestratégicas, en colaboración con la UNED. En toda esa extensa labor docente y cultural durante 30 años, que realizó desinteresadamente, me consta que siempre tuvo la ayuda y consejo de su inteligente y activa esposa, Rony.
“Mi enhorabuena por tan brillante homenaje a toda una vida entregada a tu profesión”
Se halla en posesión de numerosas condecoraciones, entre otras muchas: Medalla de Oro de Protección Civil. Consejo de Ministros, 1988. Escudo de Oro de la Ciudad de Ceuta 2008. Medalla de Oro de la UNED. 2008. Titulo de Hombre Importante de la Prensa Valenciana, 1987. Cruz al Merito Policial por el Ministerio del Interior. Tres Placas Homenaje-Distinción de cada una de las Comunidades hindú, hebrea y musulmana. Medalla de la Paz de Marruecos. Encomienda y placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo. Cruz del Merito Militar Pensionada. Siete Cruces al Merito Militar. Cruz al Merito Militar 1ª Clase. Medalla de Carlos V. Escarapela del Profesorado. Distinción Guardia Civil y otros numerosos homenajes y distinciones recibidos.
El homenaje que la Comandancia General de Ceuta le tributará el próximo día 4 como despedida, con ocasión de su cese a voluntad propia como Director de la Cátedra de Cultura del Ejército, tras haber cumplido 90 años, con 70 de servicios al Ejército, será presidido por el Teniente General Jefe de la Fuerza del Ejército, con asistencia del Presidente de la Ciudad Autonómica de Ceuta, Delegada del Gobierno, Comandante General de Ceuta, General 2º Jefe y demás autoridades civiles y militares, en el Acuartelamiento de Regulares nº 3, en un solemne acto de Viernes Regular, al que también ha sido invitado el pueblo de Ceuta, y al que solidariamente me adhiero, por haber confiado tantas veces en mí para disertar en la Cátedra de Cultura, renovándole mi sincera amistad al homenajeado.
Y, amigo Luis, mi más cordial y sincera enhorabuena y felicitaciones a ti, a tu familia y al Ejército por tan brillante homenaje a toda una vida entregado a tu honrosa profesión castrense, para la que has vivido en cuerpo y alma. Te lo tienes más que merecido, en estricta justicia. Que, todavía muchos años más, sigas siendo feliz y disfrutando de tu familia y de tantos amigos como en Ceuta tienes, que como tú, formáis la gran familia militar, de la que Calderón de la Barca nos dejó en verso: “Aquí la más principal/ hazaña es obedecer/ y el modo como ha de ser/ es ni pedir ni rehusar/. Aquí, en fin, la cortesía/ el buen trato, la verdad/ la firmeza, la lealtad/ el honor, la bizarría/ el crédito, la opinión/ la constancia, la paciencia/ la humildad y la obediencia/ fama, honor y vida son/ caudal de pobres soldados/ que en buena o mala fortuna/ la milicia no es más que una/ religión de hombres honrados”. Amigo Luis, recibe mío el más grande de los abrazos.