La Casa de Ceuta en Cádiz albergó este viernes la charla 'Taller de Prehistoria de Ceuta' llevada a cabo por Gabriel Mª Fernández Ahumada, joven (1978) aunque ya conocido investigador ceutí, adscrito al Instituto de Estudios Ceutíes (IEC), miembro del Foro Joven del Patrimonio Mundial.
Convencido de que el Patrimonio Cultural es un "eje vertebrador" de la sociedad, divide su actividad entre la investigación arqueológica y la difusión de la misma. Creador de talleres prehistóricos, habituado a trabajar con niños y gente joven en su labor difusora de la cultura, ha hecho de su charla un acto interactivo en el que ha hecho participar a los asistentes en lo que serían escenas de la vida de nuestros antepasados del Paleolítico y del Neolítico. "Ni que decir tiene que consiguió, pese a las dos horas y media que duró su actuación, mantener la atención del auditorio de tal forma que no hubo nadie que mirara el reloj", apuntan desde la Casa Regional.
Comenzó con una breve introducción a la teoría evolucionista mostrando imágenes desde el australopitecus hasta el homo sapiens, pasando por el homo habilis, el ergaster, el erectus y el neandertal, enfatizando que ya el habilis pasó a la marcha bípeda y a disponer de dedos prensiles, transformaciones fundamentales en el largo proceso evolutivo que va del homínido al ser humano actual. También señaló que las largas etapas conocidas como el Paleolítico y el Neolítico "no están ancladas en fecha de calendario universales, que las normalmente establecidas se refieren a Europa, dado que se puede constatar que hoy día existen grupos humanos que viven su propia edad de piedra, como también los hay que permanecen todavía anclados en la época medieval, no siendo necesario dar ejemplos que están en la mente de todos", ha señalado la Casa de Ceuta en Cádiz.
Ahumada remarcó que el homo erectus ya marchaba erguido como nosotros (sus fémures eran de la misma longitud proporcional a su estatura que los nuestros) y que, sobre todo, comenzaron a comer carne, hecho trascendental en su desarrollo cerebral. Los neandertales disponían de un cráneo mayor que el de los sapiens y eran tan humanos como nosotros. La aparición del sapiens hace 40.000 años hizo que coexistieran ambas especies durante miles de años, por lo que cabe suponer que hubiera relaciones sexuales entre ambos grupos, lo que daría lugar a mestizos, y se cree que posiblemente la transmisión de enfermedades hizo que finalmente desaparecieran prácticamente los neandertales.
Tras lo anterior, pasó el conferenciante a explicar y mostrar la amplia panoplia de herramientas y útiles propios de ambos períodos, paleolítico y neolítico para la caza y la pesca así como para la agricultura (neolítico, que ya entonces se creó la agricultura y la ganadería). La formación de poblados y ciudades como medio de defensa frente a los invasores (la ciudad más antigua conocida es Catal Huyuk, de Turquía, 7.500 años antes de Cristo, en España "Los Millares", de Almería 2.700 AC).
Especial hincapié hizo en la pintura rupestre, realizada fundamentalmente por mujeres que se alumbraban con lamparillas de grasa o aceites para no ennegrecer las paredes de las cuevas donde pintaban: el uso que hacían de las pinturas para señalar a los intrusos la propiedad del terreno y como se ha sacado información valiosísima de las pinturas halladas (la mejor las de Altamira, considerada la catedral del arte rupestre). Mostró la técnica de pintar manos en negativo mediante la aplicación del efecto Venturi aunque nunca hubieran estudiado Física, haciendo participar a la mayoría de los presentes.
Acabado el acto, se reconoció con fuertes aplausos el interés suscitado por Fernández Ahumada, al que el presidente de la Yeza hizo entrega de un pequeño recuerdo de su estancia en la Casa, agradeciéndole su participación, finalizando estampando una dedicatoria en el libro de honor, donde corroboró haber estado de nuevo en “su casa”.