Desde que leí “HIJO DE ACERO” de Montserrat Claros, ardo en deseos de denunciar, la incompetencia que hemos tenido que sufrir la casi totalidad de los ciudadanos españoles, por parte de nuestros dirigentes, durante siglos.
Repasas la historia de España y te asombras de la ineptitud mostrada por el Ministerio de Educación y Ciencias, en primer lugar, y en segundo, de los autores y libros de texto que eligieron. No quiero pensar que se faltara tantas veces a la verdad, siguiendo alguna corriente de influencia, pero tengo que reconocer que, se ha tergiversado la Historia de España a extremos escandalosos. Da la sensación, que los libros de texto se han escrito al dictado, de ingleses y americanos.
Hay gestas históricas protagonizadas por España, que pasan desapercibida para los autores. No se revelan, ni ahora ni antes. Es como si contar la verdad, fuera un riesgo que no se atrevieran a asumir.
Pongamos por ejemplo, la flota que ordenó armar el Rey Felipe II, con la intención de castigar a Inglaterra, por los actos de piratería que ejercía contra los barcos españoles que arribaban a España desde Hispanoamérica.
Aquella flota se denominó “LA ARMADA INVENCIBLE”, derrotada entre un gran temporal que la recibió en el canal de la Mancha, por la flota inglesa y el cómputo de incongruencias que se cometieron, al dotar de munición a las embarcaciones.
La derrota española, es destacada en infinidad de libros. Incluso los de texto, qué durante muchas generaciones, hemos ido estudiando en nuestros tiempos de bachiller. En ninguno de mis libros de historia, daban a conocer quienes fueron Blas de Lezo, Antonio Barceló, Alejandro Malaspinas, etc. En cambio el almirante Nelson venía hasta en el “catón” de enseñanza primaria.
Aquel desastre de nuestros barcos, sucedió en 1.588, por lo tanto, hasta hoy, han pasado más de 430 años. A cualquier español que le preguntes, sabe con más o menos rigor, darte una respuesta de la “ARMADA INVENCIBLE” y lo que fue de ella. Probablemente la popularidad de este desastre, se deba a que España salió como perdedora, Otro ejemplo parecido lo tenemos en la batalla Trafalgar.
Ahora bien, si preguntáramos; ¿Qué país causó la mayor derrota naval a Inglaterra? ¿Sabríamos la respuesta con tanta rotundidad? ¿Por qué de la primera, hay tantos libros escritos, que nos obligaron incluso estudiando bachiller, y de la segunda se sabe tan poco?
Repasemos que pasó en la derrota inglesa, y cotejémosla en lo más importante, con la derrota de la armada española.
En 1.741, Inglaterra conforma la mayor flota de guerra que conoce la historia.
Solo fue superada por el conjunto de flotas reunidas por los aliados en la 2ª Guerra Mundial en 1943, cuando se produjo el desembarco de Normandía.
El gran contingente bélico, que puso el Rey Jorge II a las ordene del Almirante inglés Edward Vernon, con la misión de conquistar Cartagena de Indias, nos revela que el almirante británico llevaba diez soldados ingleses, por cada uno español que defendía la plaza. El ejército inglés estaba compuesto por 195 navíos, 11.000 soldados de asalto, 15.000 marineros, 4.000 milicianos americanos y 2.000 macheteros negros jamaicanos. La Royal Navy iba a emplear en esta contienda con lo mejor que tenía en personal y materiales de asalto.
El Rey de España Felipe V, sabedor de la “hidalguía” y “honestidad” de los hijos de la Gran Bretaña, en 1.737, manda a Cartagena al Teniente General de la Armada, Don Blas de Lezo –uno de los más grandes militares, que ha dado España-. Se le llamaba “Mediohombre”, porque le faltaba una pierna, un brazo y un ojo, secuelas de su carácter guerrero y no esconderse en los momentos difíciles (España tuvo otros medios-hombres, mutilados de guerras, que al igual que Lezo, escribieron gloriosas páginas de historia, para orgullo de la nación, recordemos al Almirante Don Antonio Barceló, o al más reciente, Don José Millán Astray).
Tan convencidos estaban los ingleses del éxito de aquella campaña, que acuñaron medallas conmemorativas de la victoria, de una guerra que aún no habían declarado. “Nunca un contingente estuvo más completamente equipado, y nunca tuvo la nación más razón para la esperanza de un éxito extraordinario”, así lo recordaba el escritor Tobias Smollett, que participó como cirujano en la expedición. El objetivo de estos hijos de la Gran Bretaña estaba claro; Cartagena era la llave, que facilitaba la conquista del resto de colonias españolas en América del Sur, Colombia, Panamá y Perú, eran los grandes objetivos ingleses.
Cartagena de Indias, estaba defendida por 3.000 soldados, 600 arqueros indios del interior y un millar de piezas de artillería. Con esto se bastó Don Blas de Lezo para derrotar a la más fuerte flota que hasta la fecha, había existido.
El primer ataque se produce el 13 de marzo de 1.741. No esperaba Vernon la bienvenida que le preparaba el militar español, La arribada de la flota inglesa, fue recibida a tiros de palanquetas. Esta idea de Lezo se trataba de unir dos balas convencionales (dos esferas de hierro fundido) unidas por un trozo de barra de hierro o de cadena. Al ser disparada por el cañón, seguía una trayectoria irregular, pero que destrozaba todo lo que encontraba a su paso. La madera de los cascos de los buques, saltaba hechas astillas y las velas alcanzadas, quedaban inservibles. Eran tantos los barcos que sitiaban la ciudad, que había tiros, donde la palanqueta, dejaba inservible hasta el velamen de tres navíos. Un barco con las velas destrozadas, quedaba a merced de la marea o del viento, sin poder maniobrar, y esto es fatal ante una buena artillería.
Hemos comentado con anterioridad, que Inglaterra estaba tan segura de la victoria, que el rey inglés mandó acuñar monedas celebrando el triunfo. En algunas de ellas se leía: “la arrogancia española humillada por el almirante Vernon y los héroes británicos tomaron Cartagena, abril 1741. En ellas aparecía Blas de Lezo representado de rodillas entregando su espada al almirante Vernon.
Tras la victoria, España perdió 800 soldados, 1.200 heridos y las seis naves y por el bando británico fueron 9.500 muertos, 7.500 heridos y 50 naves hundidas, además de la pérdida de 1.500 cañones (www.grandesbatallas.es by Paco Domingo.
Es necesario que no tengamos que esperar a ser mayores y curioso de nuestra Historia, para conocer a nuestros héroes. Hay que facilitarle a los niños esa oportunidad y que sepan que España también ha sabido derrotar a los ingleses, y es necesario que a través de nuestros textos sepan más de la verdad, que en mi época de estudiante, nos fue vetada.