La Ciudad ha iniciado los trámites para la contratación del ‘Suministro de la revisión, inspección y reparación del brazo articulado del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (marca Bronto de 40 metros)’, uno de los vehículos del Cuerpo de Bomberos cuyas deficiencias “llevaba demasiados años dando un servicio que no ofrecía una total seguridad a los trabajadores”, apuntan fuentes de UGT, añadiendo, además, que “llevaba varios meses parado por una avería”.
Así las cosas, y aunque UGT se congratula de que finalmente el brazo articulado vaya a ser reparado, el sindicato da una de cal y otra de arena a la Consejería de Gobernación cuando asegura que, pese a la reciente adquisición de vehículos, el parque móvil de Bomberos se encuentra “lejos del nivel deseado en lo tocante a material”.
“Todavía queda mucho por hacer en cuanto a una dotación de material que ofrezca unas plenas condiciones para un trabajo seguro”.
Vehículos
Actualmente el SEIS dispone de dos bombas urbanas que superan los 20 de antigüedad y que, según apuntan fuentes de Bomberos, “ha llegado a fallar en mitad de un servicio por lo que es necesaria una sustitución urgente”.
El parque lo completan dos pick-up o rancheras de 15 años de existencia “y que ni siquiera podrían pasar la ITV”. Uno de estos vehículos tiene problemas de “sobrepeso”, y es que su peso máximo, de 2.000 kilos, se ha llegado a duplicar hasta casi los 4.000, por la incorporación de un depósito de agua de 500 litros; la barra o el motor para la extracción del líquido en caso de incendio. “No garantiza unas condiciones adecuadas e incluso se ha tenido que poner contrapeso en la zona delantera para que no haga el caballito”.
Diez años máximo
Aunque la edad de los vehículos de un servicio como el de Bomberos depende del uso dado, unos diez años es la media habitual. “Aquí se le ha dado mucha salida a estos vehículos, por lo que, aunque se han adquirido nuevos vehículos, es necesario que algunos se vayan jubilando”.
El brazo articulado se ha empleado en contadas ocasiones, debido a las deficiencias aparecidas, prácticamente desde su adquisición, por lo que los efectivos de Bomberos se han decantado por otro tipo de material, como es la autoescala, de manejo algo más complicado para ciertas actuaciones.