Alejandro García Hurtado (nacido en Ceuta, en la década de los 60, sin que quiera concretar año) es un caballa de los que ya no quedan. Vive la ciudad que le ha visto nacer y crecer vital y profesionalmente, la comparte con sus amigos gaditanos y sevillanos y recorre con su objetivo todos los eventos que suceden en la ciudad autónoma. Su muestra, ‘Localizaciones’, se estrena este domingo a las 19.00 horas en el Revellín, incluida en los actos conmemorativos por el Día de Ceuta. En ella no solo busca un homenaje a los rincones de este lugar del Estrecho, sino un juego que invite a que los visitantes se queden más tiempo ante sus obras, tomadas con sumo detalle. Asegura que habrá una segunda e incluso una tercera parte de esta exposición en los años venideros.
–¿De qué trata exactamente la muestra?
–Esto es una idea de la Consejería de Cultura y Educación. Como yo trabajo para ellos, me propusieron hacer unas fotos para los actos del Día de Ceuta. Hablando, llegamos a la idea de hacer primeros planos de detalle sin querer caer en lo mismo, en la redundancia de los paisajes. “¡Qué bonito es el puerto!” pero está muy visto ya. Cuando hice las fotos y las estuvimos viendo, gustó mucho y le puse el nombre este de ‘Localizaciones’. Hemos acordado darle un sentido didáctico para que vengan los padres con los hijos, la gente joven que no está acostumbrada a mirar estas cosas y sobre todo la gente que es de fuera. Es para venir y hacer un examen para ver dónde está cada elemento y si se sitúan en la ciudad.
–¿Busca enseñar Ceuta en una exposición divulgativa?
–Claro, que no sea entretenerte y dar una vuelta en dos minutos e irte. Estar un poco ahí por la controversia, para ver dónde está hecha la imagen y qué es. Hemos preparado también unas visitas guiadas en las que estaré yo presente y haré un pequeño examen, dándoles unas cuartillas con los títulos de las fotos y al lado la ubicación que deben buscar.
–¿Y cómo surgen los títulos de las obras?
–Los hemos escogido con los de Cultura. Cada foto tiene un nombre que se nos venía a la cabeza. “Esta foto podría representar algo”, y se lo poníamos. Una se llama ‘Baño’, otra ‘Serpiente’. Entonces plasmábamos esa relación en la cartela. En ‘Serpiente’ invitamos a la gente a que vea dónde está el sentido del nombre.
–También hay obras casi inéditas.
–Son casi inéditas porque son muy actuales. Tampoco he querido rizar el rizo, que de 45 fotos nadie se va a molestar en tomarle una foto a un ladrillo. Son localizables, pero a los niños y a la gente joven igual les cuesta. Los adultos se sitúan un poco más. He visto cuando estábamos instalando la exposición personas que han entrado y se han dado de listas diciendo “eso es tal cosa” y no. Eso es lo que yo quiero, la discusión entre varios, quedándose ante una foto cinco minutos. Si no, te quedas 30 segundos diciendo “qué bonito” y ya. Lo primordial es el entretenimiento, que vayas con un amigo y vayas intentando acertar más localizaciones.
–Usted haría pleno, ¿no?.
–No [risas]. El pleno es muy difícil hacerlo.
–¿Cuál es el evento más fotogénico que tiene Ceuta en todo el año?
–El carnaval, sin ninguna duda. El colorido, las expresiones, los movimientos, la sorpresa...
–¿Incluso más que la Semana Santa? Y mira que usted tiene alma de cofrade.
–Sí, hombre. En la Semana Santa hay que cuidar los fondos, sobre todo, no tanto la cofradía en la calle sino el fondo en el que vas a situarla. No vas a poner un andamio de fondo, te la cargas. También es muy artística, pero el carnaval en cuanto a expresión es muy vistoso y muy vivo. También hay muchas obras que vienen al Revellín y son una auténtica maravilla de movimiento, baile, luz y obras.
–’Localizaciones’ está incluida en los actos del Día de Ceuta. ¿Cómo se siente al respecto?
–Es un honor. También estoy diciendo en otras entrevistas algo que me parece ético, moral y sentimental: un cachito de esto va para Pepe Gutiérrez. Fue mi maestro, un gran amigo. No tengo más remedio, me sale de dentro decirlo así, que me hubiera gustado que Pepe hubiera estado aquí y a él le hubiera encantado ver estas fotos. Yo colaboraba mucho con él. En el último libro que sacó había fotos mías y eso es un orgullo.
–¿Qué es ser un caballa?
–¡Qué pregunta! Para eso hay otra entrevista. El caballa se le dice al nacido en Ceuta pero tiene otro trasfondo. El caballa es el que se implica en la ciudad. En Cádiz por ejemplo tenemos los gadita, que son muy ‘jartibles’, los pesados, los de Semana Santa, Carnaval, Romería, Feria. Yo soy de esos. Hoy día uno es caballa porque es de Ceuta, pero ese caballa de los 70, 80 y 90 era el implicado en las tradiciones. Una ciudad que no se aferra a sus tradiciones, para mí, es una ciudad muerta. Porque la tradición, cualquiera que sea, trae una identidad y que si no tienes te quedas vacío. Esto es lo que le estoy notando a mi ciudad, que se está vaciando.
No se está vaciando se está llenando de moros
Los caballas o se mueren o se están marchando a la península