La policía naval marroquí frustró el pasado tres de agosto en Tetuán un nuevo intento de contrabando desde la costa magrebí. En esta ocasión, el transporte que alojaba el alijo de droga, más de cien kilos de hachís, era un barco de pesca tradicional. Se detuvo a tres personas, quienes fueron puestos bajo disposición judicial mientras el caso está siendo investigado a fin de esclarecer los detalles del suceso.
La gendarmería de la Marina Real interceptó la actividad que se iba a llevar a cabo. Los responsables fueron sorprendidos mientras realizaban las labores de la carga de la embarcación. Además, tenían preparadas una lancha y una moto de agua para poder escapar en caso de verse atrapados.
Por el momento, se desconoce la pertenencia de los acusados a alguna red de narcotraficantes. Por orden del Ministerio Público, los tres detenidos se han puesto bajo medidas de protección hasta que la investigación concluya.
Este episodio se suma a los numerosos casos de intento de contrabando desde la costa de Marruecos, interceptados en la frontera con Ceuta o a través de otros medios de transporte. El camuflaje del medio de transporte, en este caso un barco de pesca, responde a la capacidad imaginativa de los contrabandistas, quienes tienden a perfeccionar sus estrategias con el paso del tiempo – y de los intentos fallidos-.
Por su parte, la Gendarmería de la Marina Real en coordinación con los efectivos españoles, también mejoran constantemente sus sistemas y operativos para ser más eficaces en la búsqueda de narcotraficantes. El uso de la tecnología es vital para detectar presencia de drogas en maletas, ocultas en sobre fondos de barcos o coches. Además, los estrictos protocolos fronterizos entre Marruecos y la ciudad autónoma propician que el tráfico de mercancías, vehículos y personas se realice con total control y supervisión policial.