Nacido en Marsella pero de ascendencia argelina, no sería cuestión de poner en duda las magníficas cualidades futbolísticas que le adornaban y que es considerado como una de las grandes figuras de la historia. A pesar de que no fue nada agraciada su retirada del Deporte Rey por aquel cabezazo incoherente sobre el defensa italiano Materazzi en la final del Mundial de 2006, su paso por el Real Madrid se puede calificar de auténtica magia. No es dificil recordar aquel irrepetible gol que le hizo al Bayer Leverkusen en una final de Champions que marcó una estela en los corazones de los madridistas. Otra de sus maravillas goleadoras la rubricó ante el Super-Depor, materializando un gol que también pasará a la historia por su belleza, driblando dentro del área a varios contrarios y que, con su pierna izquierda, la clavó dentro del arco de Molina, portero entonces del equipo gallego. Hablar del Zizou futbolista no tendría final por su elegancia con el balón en los pies y su cabeza bien amueblada en cuánto a fútbol se refiere. Unido o casado con una almeriense y con dos hijos futbolistas, hay una serie de años en la que no se sabe nada de él hasta que, como entrenador, lo hace de segundo del italiano Ancelotti ganando una Champions y posteriormente, al frente del Real Madrid Castilla en segunda división B, donde cuaja una temporada mediocre con el que no llega a finalizar y es que, con el nefasto rendimiento que ofrece Rafa Benitez, Zidane ocupa su puesto en el primer equipo a pesar de que todos consideran que no tiene la experiencia suficiente para dirigir a un equipo como el Real Madrid, aunque gana la undécima frente al Atlético de Madrid al que vence en la prórroga por 4 goles a 1. Con un equipo de figuras y consagrados, gana Mundialitos, supercopas y alguna Liga. Su papel es destacado por todos siendo considerado el mejor “Trainer” del Mundo, una utopía basada en que cuenta con grandes jugadores en su equipo. Es curioso que al marcharse Cristiano Ronaldo a la Juventus, Zidane decide marcharse también del club, después de conseguir tres Champions League consecutivas. Todo un éxito.
Con el fichaje y fracaso de Lopetegui, en gran medida por el cansancio de los jugadores tras el Mundial, donde todos los jugadores son seleccionados por sus respectivos países, se le da la responsabilidad al argentino Santiago Hernán Solari “El indiecito”, jugador procedente de River Plate y Atlético de Madrid que, tras su descenso a segunda división, ficha por el club blanco. Solari utiliza jugadores procedentes la mayoría del Real Madrid Castilla, su anterior equipo, y consigue formar un equipo competitivo que tiene la desgracia de caer en el Santiago Bernabeu contra el Ajax por 1 a 4 y ser eliminado de la Champions. Zinedine Zidane, cuando solo faltan diez partidos para finalizar la liga, es fichado nuevamente por el Real Madrid sustituyendo al argentino, ganando cinco partidos y empatando y perdiendo otros cinco, lo que es suficiente para clasificarse tercero y competir nuevamente para la Champion de este año. Pero el francés no confía en los jóvenes y vuelve a contar con los que formaban su anterior grupo. Los Reguilón, Javi Sánchez, Cristo y alguno más, pierden lo que Solari les había confiado.
Para esta temporada, el francés no cuenta con determinados jugadores como son Marcos Llorente permitiendo su traspaso al Atlético de Madrid por cuarenta millones de euros, un jugador de gran recorrido, fuerza y determinación. De igual manera, permite la cesión de Dani Ceballos al Arsenal, cuando éste excelente jugador se constituye en una de las máximas figuras de la Selección Sub-21, Campeona de Europa. Asimismo, no quiere saber nada de la vuelta de James Rodríguez, jugador colombiano de grandes condiciones y que en los últimos años ha defendido los colores del Bayern de Munich. Otro desliz de Zidane es permitir la venta de Mario Hermoso a un rival preferente como es el Atlético de Madrid por 25 millones de euros, otra torpeza irreparable por un jugador internacional absoluto y con un futuro muy prometedor. Reforzando rivales para conseguir dinero con el que fichar a Paul Pogbá, un jugador potente como única cualidad y por el que el Manchester United pide 200 millones de euros. Es posible que muchos no entendamos de fútbol pero este jugador, por su fuerza, destacaría en cualquier equipo de la Regional Preferente de cualquier región. Ahora y si no cuaja el jugador francés, van a por el jugador holandés Van de Veek, por la nada despreciable cifra de sesenta millones de euros. El Real Madrid ha perdido su idiosincrasia, una locura.
Zidane ha dejado marchar a Cristo al Udinese, a Javi Sánchez al Valladolid, a Reguilón al Sevilla, ¡sí!, y ha fichado a Jovic para el banquillo, a Mendí porque es francés y que no debe de ser mal jugador, ¡no!, pero son puestos que los podría haber cubierto con jugadores que ya tenía en su plantilla. No pongo en duda que Eden Hazard es un gran jugador pero su peso, ahora mismo, no es el ideal… ¿Qué hará con los Vinicius, Kubo, Brahím, Mariano y Rodrigo?. ¿Y con los canteranos Seoane, Fidalgo, De la Fuente, Sergio López, etc…?.
Los que jugamos alguna vez al fútbol, sabemos de sobra que, por regla general y no todos, los entrenadores son unos caprichosos y que dan oportunidades a jugadores mediocres en detrimento de otros que se esfuerzan sobremanera por el bien del club y el escudo que defienden. No soy aventurero y menos agorero pero, si Zidane termina la temporada con el Real Madrid, habrá sido por un milagro de la naturaleza… Y Florentino llorará desolado, pensando que era Raúl González Blanco quien tenía las llaves de la nave blanca.