El Ramadán, conocido popularmente por ser el mes en el que los musulmanes realizan un ayuno diario desde el alba hasta que se pone el sol, ha puesto en jaque a las autoridades sanitarias al coincidir este año a lo largo del mes de agosto y el peligro que con ello puede conllevar para la población musulmana ante las altas temperaturas típicas del verano.
Según explicó ayer el director Médico de Atención Primaria del Ingesa, Diego Sánchez de Mora, los efectos del calor pueden repercutir en todas las personas independientemente de su edad por lo que recomendó beber abundante agua para evitar males mayores, algo que no podrán hacer los musulmanes entre el 11 de agosto y el 10 de septiembre, lo que los convierte este año en uno de los grupos más susceptibles junto a niños y ancianos.
Además, otro factor añadido y que perjudica al colectivo ante la subida del mercurio es que el Ramadán coincide este año con la Operación Paso del Estrecho, por lo que las largas horas de espera en el coche a pleno sol también pueden pasar factura.
En líneas generales, Sánchez de Mora recordó una serie de medidas que aunque pueden parecer “obvias”, mucha gente se olvida de ellas. Para ello, desgranó unos consejos que podrían evitar los efectos nocivos que las altas temperaturas pueden tener sobre la salud, especialmente en colectivos más vulnerables como los ancianos, los niños y los trabajadores al aire libre.
Junto a él, la directora de Enfermería de Atención Primaria, Mari Carmen Ruiz, recordó que se debe ingerir abundante agua aunque no se tenga sed, evitar las grasas, comidas pesadas y basar la dieta estival en ensaladas y frutas.
En cuanto a la ropa, Ruiz recomendó el uso de ropa clara y de tejidos ligeros y transpirables como pueden ser el lino y el algodón, un factor a tener muy en cuenta en el caso de las típicas chilabas.
Asimismo, otra de las recomendaciones es mantener las casas ventiladas y si es posible echar mano de un aparato de aire acondicionado en aquellas habitaciones en la que los ancianos pasen la mayor parte del día. Durante las horas con los puntos de calor más altos, entre las 12.00 y las 17.00, se aconseja bajar las persianas y ya por la tarde subirlas y abrir las ventanas para que refresque.
En cuanto a la gente que esté preparando sus vacaciones, si lo hacen en coche deberán consultar con su médico, ya que muchos medicamentos disminuyen la capacidad de actuación ante el volante. Y los que se vayan a países extranjeros, deberán pedir información sobre si deben ponerse alguna vacuna antes de hacer las maletas.