Enrique Galván, actual director de Plena Inclusión España, se encuentra de visita en la ciudad con motivo de la celebración del 40 aniversario de la creación de la federación en Ceuta.
–¿Qué significa para vosotros cumplir 40 años en Ceuta?
–Tiene una relevancia que consideramos vital para la ciudad de Ceuta. Hay una organización que nace de la iniciativa de unos padres que en el año 79 tuvieron la visión de dar respuesta a una necesidad invisible, el de las personas con discapacidad intelectual que no recibían los apoyos necesarios. De repente se moviliza el tejido social y constituyen una asociación que empieza a crecer en términos de dar apoyos, oportunidades y generar proyectos de vida para las personas con discapacidad intelectual y sus familias.
Ese movimiento que ocurre en Ceuta es similar al que ocurrió en el resto del Estado español, por lo tanto, celebramos que hace 40 años en Ceuta se dignificó la vida de muchas personas que no se consideraba que tenían que tener un espacio igual al resto de personas que conviven con nosotros. En 40 años hay muchas historias de trabajo, de compromiso y de personas que han dado su vida por hacer de esta ciudad una ciudad más justa, más solidaria y más inclusiva a través de un montón de servicios de apoyo.
–Por lo tanto, ¿el desempeño de Plena inclusión Ceuta ha sido positivo?
–Podemos decir que estamos orgullos de Plena Inclusión Ceuta al encontrarse como entidad al mismo nivel que el resto de España. Por ello, nos gustaría que la sociedad ceutí tuviera conciencia de que tiene una organización de primer nivel en su ciudad que contribuye, participa y genera riqueza, ya que es de las entidades que más empleo crea en la ciudad. Sin embargo, es necesaria la necesidad de inversión, ya que todos los años incorporamos personas a la organización y cada vez es más necesario tener suficientes recursos para dar respuesta a todo tipo de necesidades y exigencias de la población, especialmente porque se van haciendo mayores, por lo que es necesario que Ceuta invierta en Plena inclusión para poder seguir dando estos servicios.
–Con las Elecciones a la vuelta de la esquina, ¿se puede decir que los políticos están teniendo en cuenta vuestras necesidades?
–Hay más foco, pero todavía no hay una idea clara de cuál es la reivindicación fundamental de la discapacidad intelectual, que son los proyectos de vida independientes en la comunidad: un trabajo, una escuela, una vivienda, una participación en la vida cultural... por eso lo llamamos plena inclusión. Todavía muchos partidos políticos piensan que nos tienen que dar subvenciones, que nos tienen que dar apoyos fuera de la comunidad. El reto es que comprendan que los apoyos y oportunidades son para la vida en sociedad. Ahí hay algún avance pero nosotros queremos que se comprometan con la asistencia personal para que las personas puedan participar en comunidad.
–¿Entonces se podría decir que sí que se os empieza a tener en cuenta?
–Los partidos políticos están empezando a tener en cuenta en su agenda a la discapacidad intelectual. Ha habido cosas muy relevantes para que sea así, como los 40 años de movimiento asociativo. También hay elementos que hacen que cada vez seamos más reconocidos a nivel social, como la película Campeones, que fue un bombazo y da una visión de la discapacidad intelectual mucho más positiva y enriquecedora. Luego también la tarea que desarrollamos con programas como ‘Mi voto cuenta’, que es un proyecto nacional que tiene que ver con los derechos de presencia, participación e influencia de las personas con discapacidad intelectual en la vida política.
–¿Existen los medios necesarios para que todos podamos votar?
–En las últimas elecciones hemos notado que con el impacto mediático del derecho al voto hay una sensibilización muy amplia y tenemos que decir que ha habido una gran acogida tanto en las mesas como en las personas que participaban en el proceso electoral. En líneas generales ha sido una experiencia positiva. Eso significa que hay una buena actitud, pero seguimos diciendo que un colegio electoral es un ejemplo de inaccesibilidad. Es muy complicado para cualquier persona. Lo que proponemos es que haya algún agente en el colegio electoral con un símbolo de lectura fácil que todo el mundo le pueda localizar para que si tiene un problema acudan a esta persona. Creemos que se puede mejorar la información que se da. Por ejemplo, si quieres votar por correo es complicadísimo
Además, hay que tener en cuenta los votos nulos. En las últimas elecciones hay unos 900 mil votos nulos que nos dicen que gran parte de ellos se han realizado de manera inadecuada por falta de formación y de información. Ya no es un problema para personas con discapacidad, es un problema para todos, por lo que pensamos que hay que explorar formas mucho más sencillas de participación.
–¿Cada vez estamos más cerca de la inclusión plena?
–Es muy importante el modelo mental que tenemos de las personas con discapacidad intelectual. La revolución es pensar todo lo que pueden hacer y cómo podemos generar sistemas de apoyo para que lo hagan. Mientras no construyamos entornos inclusivos, las personas no van a tener oportunidades, pero piensa que nuestra propuesta no es sólo para personas con discapacidad intelectual. Por ejemplo, nosotros traducimos los planes electorales de todos los partidos políticos a lectura fácil, que son en los que al final se basan ellos. Hay una revolución pendiente por hacer una sociedad fácil.