Ocultos en maleteros, dentro de bolsas de equipaje, simulando ser los asientos de un vehículo. Hay mil formas de cruzar la frontera, esa línea tercermundista que separa Ceuta de Marruecos. Mil formas y alguna más, alguna sorprendente que todavía causa asombro entre las fuerzas de seguridad, como sucedió ayer.
El Tarajal fue la vía usada por un inmigrante marroquí que no tuvo otra ocurrencia que aprovechar que una caravana iba a entrar desde Marruecos a nuestra ciudad para camuflarse en uno de los huecos. ¿Y cuál eligió? Pues una motocicleta que el conductor llevaba en su parte exterior, colgada y tapada con una funda. Lo que hizo fue meterse dentro y camuflarse, pretendiendo de esta forma entrar acoplado al mismo vehículo y tapado con la funda. Los policías nacionales que estaban de servicio se dieron cuenta de que algo raro pasaba en esa carga y alertaron a la Guardia Civil, encargada de parar el vehículo y a su sorprendido conductor, que nada sabía de lo que estaba pasando.
El inmigrante dijo ser menor de edad, pero tras su filiación se comprobó que no
Cuando se retiró la funda de la motocicleta se comprobó que había un magrebí que de esta manera pretendía su entrada en la ciudad. Nada más ser interceptado dijo ser menor de edad, pero la comprobación después en la Jefatura Superior fue suficiente para confirmar que no lo era. Tras su filiación se ordenó su expulsión a Marruecos.
A diario más de 30.000 personas cruzan la línea fronteriza entre dos países
El conductor de la caravana nada sabía de lo que había ocurrido así que no se actuó en contra de su persona, ni se le sancionó o detuvo. Sí se llevó el protagonismo de un caso curioso aunque no único en un punto que es atravesado, a diario, por más de 30.000 personas y miles de vehículos. En el entorno fronterizo marroquí, son cientos los magrebíes, adultos y menores, que emplean el día en detectar la entrada de vehículos sobre todo tipo caravana para colarse en alguno de los huecos o subirse a los techos para, de esta manera, llegar a nuestra ciudad.
En este caso la pericia de los agentes permitió abortar una entrada en la que el protagonista se expuso a un riesgo evidente.
¡Qué desastre de frontera tenemos?
Cómo toda ciudad fronteriza, la gobernabilidad es complicada. Hace años que se gobierna con muy pocas miras de futuro.
¡¡Mi Ceuta se hunde, sáquemosla a flote ya, señores gobernantes!!
Se escapan de los campos de la pobreza y de la injusticia.