La Memoria del TSJA se publica atrapada en el mediático ‘día de la marmota’. Año tras año vuelve a incidir en los mismos problemas sangrantes que afectan a nuestra ciudad en el ámbito judicial. Nada cambia, es como si estuviéramos atrapados en un mal sueño, en ese en el que el Ministerio se olvida de Ceuta y la deja arrinconada entre sus últimas preocupaciones. Desde hace más de 20 años se lleva solicitando un espacio digno, una ciudad de la justicia en la que estén reunidos todos los órganos judiciales, que evite la dispersión de juzgados y salas y que suponga una concentración de recursos para ganar en efectividad. Durante todo ese tiempo hemos asistido al cuento de nunca acabar, aderezado con mentiras políticas nunca cumplidas y gestiones traicioneras paras las víctimas que quedaron en el camino.
De haber tenido cierto sustento, todas aquellas promesas de edificación de un Palacio de Justicia digno se habrían atendido, pero no fue así. Todos fuimos engañados: los primeros, los profesionales del sector; después todos los demás ciudadanos porque, como usuarios del sistema, nos vemos afectados por esa falta de infraestructuras y medios adecuados.
Se firmaron acuerdos, se llevaron a cabo expropiaciones en base a compromisos que no se cumplieron, se invirtieron/tiraron miles de millones en obras absurdas que no fueron más que parcheos. Y hoy, todavía hoy, año 2019, la Memoria del TSJA nos sigue advirtiendo sobre lo mismo: sobre esa ausencia de infraestructuras, sobre las deficitarias instalaciones existentes, sobre los problemas que hay y no se resuelven. Y vuelve a llamar la atención a los que, teniendo responsabilidad, no han actuado y respondido con la celeridad y transparencia debida.
Resulta irrisorio que cada año tengamos que leer el mismo documento, similares recomendaciones y alertas porque quienes tienen que resolver los problemas, quienes tienen la competencia y la obligación de hacerlo, miran hacia otro lado. Lo hacen además sin vergüenza, con importantes dosis de olvido, dejándonos atrapados en el ‘día de la marmota’, en la incongruencia que supone la no justicia entre la justicia.
Gracias una vez más por su escrito señora Echarri. Me uno al criterio de que en veinte años el gobierno no ha sido capaz de mejorar (si no empeorar) las infraestructuras para la Justicia. Se les llena la boca de inversiones, todo mentiras, porque la única inversión estatal durante estos años ha sido la construcción de una "macrocárcel" en una ciudad de 80.000 habitantes. Es despeoporcionado. Claro que ellos piensan que a la escuela no van a volver y que tienen que buscar alojamiento a tanto corrupto.
Y aquí lo dejo . . .