Luis Guerrero Narváez. Este pasado día 31 de marzo cumplió los 65 años de edad. Gracias a esta cifra pasó a una zona donde los grandes trabajadores pasan al retiro bien merecido por exponer su cuerpo a todas las clases de martirios por la patria, la seguridad de todos nuestros convecinos, que todos podamos vivir dentro de un ambiente tranquilo. La seguridad del Estado es fundamental para el equilibrio y el bien común. Durante más de 40 años este agente de la autoridad se ha sacrificado día a día y circunstancias tras circunstancias.
Los cambios para bien, hay que decirlo, también le han venido a Luis. Pero el estigma de lo antiguo se ha grabado a fuego en nuestro estudiado amigo. Los servicios que iban de sol a sol. Las largas noches y frías. El estar la inmensa mayoría de las veces a la intemperie. El vivir asustado por las vigilancias de los jefes. Igual que un legionario es para toda la vida. Este pobre guardia civil que pertenece a la Benemérita, institución fundada hace 175 años. Significa que ha sido historia viva de una buena parte de ella donde hemos conseguido que el trabajo forzado y no poder estar casi nunca con sus más cercanos familiares. Tener unos servicios más cómodos y más adecuados a los días que corren. La conciliación familiar fue un buen argumento para que estos hombres pasarán de ser bueyes a ser seres humanos en pleno siglo veintiuno. Incluso otra fase que fue la reivindicación salarial donde unos trabajadores del estado de primera línea eran marginados a nivel salarial dándole una miseria por el mismo trabajo que hacían otros homólogos.
Cuando por fin se está consiguiendo las etapas para la futura igualdad es cuando este hombre sale de la nómina general y pasa a otra forma de cobrar merecida por sus años de cotización mensual. Es uno de sus grandes pérdidas que fruto de su forma de ser le está doliendo en sus adentros desde el momento que le dijeron que no podía seguir más tiempo dentro de la familia de la Guardia Civil. Se te acabó el tiempo, muchacho, ahora viene la otra forma de estar. Tu jubilación. Donde tendrás que cambiar tus hábitos y dedicarte de pleno a los tuyos como te llevan exigiendo los mismos. Aunque lo que te queda sea miseria comparado con otros estamentos. Es lo que tenemos que aguantar actualmente. Ya nuestros valedores de nuestras reivindicaciones tendrán la mentalidad de buscar la solución ante esta desigualdad palpable. La paciencia es una de tus virtudes por eso te encomiendo a está virtud. Ya vendrán mejores tiempos. Tú por lo menos tienes la ayuda de tu mujer que también trabaja cosa que otros no tenemos. No hagas más cuentas ya que el dinero no crece en los árboles. Y tú has sido un hombre previsor. Sólo te queda la mano amiga de este compañero, amigo para que lo que quieras y te haga falta ayudarte en todo lo que pueda. Muchas felicidades. Que todo el mundo no consigue lo que tú tienes ahora mismo.
Hasta siempre amigo Luis.
Enhorabuena. Ahora a descansar, disfrutar de la familia y de tu tiempo libre q lo mereces.
Ese mejani que quería desengancharse hasta los 80 años y no le dejaron, que disfrutes de tu retiro buena gente