Punto y final a la historia que encierran los barracones del Sardinero de Ceuta. A todo lo que ha supuesto esta infraestructura levantada en pleno corazón del barrio. Este martes las máquinas de obra han desarrollado el derribo de la última de las naves que quedaban en pie y que hasta las últimas horas han estado ocupadas por inmigrantes.
Sobre el solar quedaban los escombros y se apreciaba también la basura acumulada durante periodos eternos de estancia. Quedaban las marcas sobre las paredes, las pintadas, los restos de una ocupación que llegó a alarmar al vecindario residente justo al lado.
Por este lugar ha pasado y ha ocurrido de todo. Inmigrantes subsaharianos, marroquíes, asiáticos, menores, adultos… ha habido todo tipo de asentamientos y se han llevado a cabo varias redadas policiales que no terminaban por dejar vacío el lugar. Reyertas, heridos, denuncias de abusos… lo que han podido ver estas naves desaparece junto al derribo.
Los vecinos de las viviendas más próximas habían denunciado tantas veces la situación que, ya cansados, pensaban que nunca verían el punto y final de estas infraestructuras. Hoy se coloca retirando, poco a poco, las distintas alturas del último bloque de lo que constituyó todo un campamento alternativo.