Lo que está ocurriendo con las muestras biológicas en nuestra ciudad es un verdadero problema de salud pública. Que durante dos semanas no puedan pasar esas muestras a la Península para poder ser analizadas no entra en la razón de nadie. Se sabe que es una cuestión de índole burocrática, pero también estamos hablando que son muestras, en algunos casos, de personas con padecimientos a las que les urge conocer sus resultados y no que sus muestras se echen a perder mientras esperan la autorización para su envío.
Es un tema que ha pillado por sorpresa tanto al sistema de salud como a la Ciudad, por no hablar de los laboratorios que viven de estos análisis y que llevan cerca de dos semanas sin poder dar resultados a unos usuarios que están indignados, no sólo por la tardanza, sino porque sus muestras ya no valen o bien les dicen que tras esta interrupción, no descartan que sus resultados ya no sean del todo fiables.
Esto es algo inconcebible y además puede derivar en un serio peligro, ya que no sólo estamos hablando de muestras humanas que necesitan un análisis preciso, sino que también se encuentran bloqueados los análisis periódicos que la Consejería de Sanidad tiene que hacer tanto de alimentos, ahora en pleno brote de hepatitis A, así como del agua de nuestra ciudad.
El Ingesa está en la misma situación, por lo que hablamos de un grave problema de salud en el que se tienen que poner todos los esfuerzos para dar con la solución que evite lo que está ocurriendo, que de viabilidad para que las muestras extraídas en Ceuta salgan a la Península y se les haga su preciso análisis.