La Consejería de Sanidad, Servicios Sociales, Menores e Igualdad ha licitado el servicio de atención psicológica y social para mujeres menores adolescentes víctimas de violencia de género y niños expuestos a la misma con el que se pretende procurar una atención integral que favorezca la total recuperación de esas víctimas, atención psicológica y social y, en su caso, la canalización hacia otros recursos que atenúen el impacto emocional y psicológico de los episodios sufridos por los usuarios. Todo ello se llevará a cabo preservando la confidencialidad de los datos y la información aportada en este servicio.
En cuanto a los menores a los que atenderá el programa, se persigue reparar el daño sufrido por los menores asociados a la violencia de género, mediante una intervención integral y especializada.
El importe del contrato será de 202.744 euros para un periodo de dos años.
El adjudicatario deberá desarrollar con cada usuario un proceso de atención e intervención que se realizará en el marco de las siguientes especificaciones: se trabajará con una visión global del usuario y de su entorno, así como de su problemática y siempre de acuerdo a sus necesidades y capacidades para la mejora de su autonomía; con cada mujer adolescente y cada menor se desarrollará un proceso individualizado e integral de atención psicológica encaminado a favorecer el mayor grado posible de autonomía personal y, finalmente, se actuará en coordinación con la unidad familiar, llevándose a cabo un estudio de los factores de exclusión social que requieran de prestaciones.
A fin de lograr estos objetivos, el servicio deberá ofrecer una serie de terapias grupales e individuales, de acuerdo con cada uno de los niveles de intervención y de las necesidades de cada usuario. Así se establecen terapias para víctimas de violencia de género en riesgo de exclusión social; tratamiento específico del estrés postraumático y del daño psicológico severo; apoyo terapéutico ante el aislamiento; falta de apoyo en la toma de decisiones; grupos de psicoeducación en violencia de género; problemas de socialización; conductas agresivas o alteraciones del desarrollo afectivo y manejo de las emociones, entre otros.
El proceso de intervención se estructurará a través de un plan individualizado de atención que establecerá los objetivos a alcanzar dentro del proceso global de atención psicosocial.
Cuando sea requerido por el Centro Asesor de la Mujer, el psicólogo o responsable de cada víctima deberá elaborar un informe en el que se resuma la evaluación realizada.