Los funcionarios del Centro Penitenciario de Los Rosales requisaron durante un cacheo reglamentario y un registro en el interior de una celda de dicha prisión 28 bellotas de hachís que ocultaba un interno entre la almohada y el colchón.
Según ha podido saber este medio, el alijo encontrado, que sumaba un total de 250 gramos, no tenía como destino el consumo propio, sino la venta a otros internos de la penitenciaría.
En el registro también se le fue requisado un móvil, un objeto cuyo uso está prohibido en prisión, y un cargador.
Los hechos fueron puestos en conocimiento del juez, debido a que los mismos eran constitutivos de un delito contra la salud pública. De esta manera, se le aplicaron limitaciones regimentales para aislarlo del resto de los internos.
El recluso en cuestión cometió este delito mientras cumplía 60 días de condena que sustituyeron a una multa que se le fue interpuesta tras conducir un ciclomotor sin permiso.
Tras cumplir estos 60 días de condena salió en libertad, aunque a los pocos días era de nuevo detenido por un delito de robo con fuerza, y posteriormente ingresado en prisión.
Este preso será juzgado por un delito contra la salud pública, agravado al hacerlo dentro de una prisión, y además por un robo con fuerza.
Tal y como ha podido saber este medio, el interno en cuestión será trasladado en los próximos días a un centro penitenciario de la península con mayores medidas de seguridad.
Este interno es un claro ejemplo de la reincidencia, ya que cometió un delito al poco tiempo de salir de prisión tras cumplir una condena de 60 días.
¿Cómo entra la droga en la cárcel?
El paso de droga y objetos prohibidos al interior de las prisiones es algo muy corriente en todo el mundo. Son distintas las artimañas que se utilizan para introducir droga en los centros penitenciarios, desde hacerlo en las cavidades naturales del cuerpo hasta a través de los patios.
En varias ocasiones, la droga ha sido introducida en este establecimiento penitenciario a través de una persona del exterior que ha tirado por encima de los muros las bellotas y han caído en el patio y posteriormente recogidas por el interno.