Las autoridades danesas extraditaron hoy a Marruecos al editor de origen marroquí Said Mansour, pendiente de expulsión del país tras ser condenado en 2016 a 4 años de cárcel por hacer propaganda de la red terrorista Al Qaeda.
Mansour, cuyas obras han sido encontradas en manos de fundamentalistas de otros países europeos, es la primera persona que ha perdido la nacionalidad danesa por un delito criminal, una posibilidad permitida por la ley antiterrorista y fijada por una sentencia del Supremo danés contra él hace dos años.
El Supremo había apelado en su fallo a la gravedad de los hechos y a que cumplió antes penas de prisión por delitos similares, aunque permanecía en Dinamarca por la falta de un acuerdo con Marruecos y las dudas sobre si el envío a ese país podría violar la Convención Europea de Derechos Humanos por el peligro a sufrir torturas.
"Estoy muy satisfecho, con la extradición de Mansour enviamos una clara señal: extranjeros criminales que socavan nuestros valores y promueven el terrorismo no tienen lugar en la sociedad danesa", señaló el primer ministro danés, Lars Løkke Rasmussen.
Rasmussen visitó Marruecos el mes pasado, mientras que el titular de Exteriores danés, Anders Samuelsen, ha mantenido reuniones con su homólogo marroquí y el primer ministro de ese país africano.
El abogado de Mansour, Eigil Strand, criticó en declaraciones a TV2 que no fue informado hasta que su defendido ya volaba hacia Marruecos y reiteró que tiene miedo a ser torturado o asesinado.
La ministra de Integración danesa, Inger Støjberg, aseguró que Rabat ha dado a Copenhague garantías sobre la seguridad de Mansour.
"Es un caso que ha tardado mucho tiempo, pero ya lo sabíamos, porque es muy complicado expulsar a un hombre como este", dijo.
Conocido como "el librero de Brønshøj", por el suburbio de la capital en el que residía, Mansour, de 58 años, llegó a Dinamarca en 1984, tiene cinco hijos y vive de los servicios sociales desde hace dos décadas.
Varios partidos daneses reclamaban desde hacía años que se le retirase la nacionalidad y fuese expulsado, aunque los tribunales habían rechazado esa posibilidad hasta su última condena.
Que le corten la cabeza al perro este....