Tras poco más de cuatro meses en el cargo, el director territorial del Ingesa, Jesús Lopera, ha querido hacer un balance de la situación asistencial en la que se encuentra este Instituto y los principales retos a los que se ha enfrentado una vez que asumió la dirección del ente sanitario.
Reconoció que el principal problema siguen siendo las largas listas de espera que existen en consultas externas e intervenciones quirúrgicas. Las cifras que recibieron a finales del mes de junio mostraban una demora media de 100 días, “muchísimo” a juicio de Lopera, ya que el máximo no debería superar los 50 días, lo que provocó al activación de un plan de choque para regularizar estos datos.
El propio director del Ingesa desconoce cómo se ha llegado a esta situación. Tras el estudio de las cifras, descubrieron, sin razón aparente, que en el mes de abril se incorporaron 2.000 pacientes nuevos a la lista de espera, fecha en la que se generó “cierta controversia” sobre el cierre de las agendas, lo que ha provocado en una falta de información al respecto. Desde ese momento se provocó un “punto de inflexión”, incorporando a esos pacientes que encontraban en un “limbo” a causa del cierre de las agendas y su posterior apertura. “Este es un problema muy serio que además provoca demoras muy importantes”, admitió el responsable.
Estas demoras también repercuten en los tiempos de espera para una intervención quirúrgica. Mientras que el proceso normal no debería demorar más de 100 días -entre consultas, pruebas e intervención-, tiempo que se ve alterado, ya que sólo para conseguir la cita con el especialista se tarda los mismo que para completar el proceso entero. “La gente puede pensar que la culpa se le echa siembre a los anteriores, pero en este caso es así. Hubo una gestión de listas de espera bastante deficiente”.
Para paliar esta situación, Lopera informó que se tuvieron que implantar un plan de choque, que consistió en incrementar la actividad ordinaria en el turno de mañana, tanto en espera quirúrgica como en consultas externas, además de la jornada de tarde, mejor conocida como peonada. “Es la única forma de arreglar este problema”. Todas estas medidas extraordinarias, explicó Lopera, se efectúan normalmente para normalizar la situación y empezar el año desde cero, con los servicios ya regularizados, sin embargo, debido al volumen de pacientes en espera que se encontraron, estas medidas continuarán durante gran parte del 2019.
Atención primaria
En el área de Atención Primaria, el director territorial aseguró que no se han encontrado mayores problemas. La implantación de la receta electrónica, que acopia el 98% de los medicamentos que se prescriben, ha conseguido una reducción en el número de consultas, algo positivo para el Ingesa, que en la actualidad atiende a más de 77.000 pacientes.
El número de pacientes que se ve al día un médico de familia en Ceuta están en torno a los 35 y los que asiste un pediatra ronda los 25, una ratio que Lopera asegura que se encuentra dentro de las cifras óptimas de atención, con una demora media entre los 0-1 días.
No obstante, los dos grandes problema encontrado en Atención Primaria han sido las derivaciones de los médicos de Atención Primaria a la especialidades y el gasto farmacéutico, que sigue siendo muy elevado. En cuanto al primer aspecto, se está tratando de modular dichas derivaciones para regularizar esta actividad. En relación al gasto farmacéutico, anunció que se va a tratar con los coordinadores de los diferentes grupos para intentar modular dicho gasto, para adecuarlo a la media del Sistema Nacional de Salud.
Hospital
Otro de los problemas que la nueva dirección se encontró nada más llegar, aludió Lopera, se centra en la gestión del Hospital Universitario. Sin entrar en los motivos que llevó a la anterior dirección a esta situación, Lopera destaca que la fórmula de gestión que se encontraron se basaba en contratos menores, superando los 400, o pedidos directos tasados en más de 7 millones de euros. “Esto significa que se han utilizado procedimientos extraordinarios como ordinarios”, explicó el director territorial, ya que tanto los contratos menores como los pedidos directos son medidas que no deben usarse como una fórmula habitual de gestión de un hospital.
El director territorial asume que este tipo de prácticas salen caras para los entes públicos, ya que por el mero hecho de ahorrar tiempo mediante un contrato menor o compras directas, no se busca la opción más económica para adquisición de material o la contratación de servicio. “Había mecanismos para haberlo hecho mejor”.
Por ello acusa a la anterior Dirección Territorial de no tener la “suficiente preparación” para gestionar un organismo de tanta importancia como es el Ingesa.
Don.- Jesús Lopera, mira un poquito hacia tras, cuando estabas en el mismo sillón que estas ahora "cuanto pufo metistes a los que te relevaron", algunos millones y todo INGESA descontento con tu gestión.
Sr. LOPERA, tome usted nota, por si tambien es culpa del anterior:
Con los tiempos "perdidos" en las listas de espera, se contribuye a que se vaya aumentando el agujero economico y deficitario de la Seguridad Social.
Si para una intervencion quirurgica de "chichinabo" de 20 minutos, por parte del Ingesa, el tiempo de espera es de tres meses, con la consiguiente baja laboral, piense usted que se ESTA AUMENTANDO EL AGUJERO DEFICITARIO DE LA SEGURIDAD SOCIAL.
No es mas rentable para todo el mundo que el tiempo de espera fuese mas cortito? Al menos la Seguridad Social lo agradecería en su maltrecho fondo economico.
Dele un vistazo a ese tema, porque posiblemente tambien sea culpa del anterior, en fin....que uno por otro la casa sin barrer,
Mas de lo mismo !!!!! y por suerte nos han sobrado 2,5 M de euros para dedicarlos a otras cosas.