La sucursal bancaria de Unicaja en la calle Feijoo reabrió ayer sus puertas tras sufrir el pasado viernes el mayor atraco a un banco en la ciudad autónoma desde 1987, cuando el Banco Exterior de Hadú fue objeto de un gran robo que alarmó a la población.
Aunque la normalidad ha vuelto, las instalaciones de esta entidad bancaria guardan señales de lo que ocurrió el pasado viernes. La primera el hueco en la puerta del tirador que ayer mismo retiró la Policía Científica para analizarlo y seguir recogiendo pistas para dar con el autor de los hechos; la segunda son las anotaciones que este Cuerpo realizó en el cristal de la puerta para recoger las huellas del ladrón.
Pero de donde nunca se borrará el atraco será de la memoria del personal de la sucursal bancaria, que asegura haber vuelto a la normalidad, aunque con las ganas de ver al autor del atraco detenido. “Estamos trabajando ya con normalidad, pero ojalá lo cojan”, dice un trabajador de esta oficina.
Los trabajadores de esta sucursal bancaria aseguran que todo ha vuelto a la normalidad y que están trabajando igual que antes del suceso.
El personal del banco dice que “algunos curiosos” se han acercado a preguntar por el atraco, pero que en la jornada de ayer recibieron los mismos clientes que días atrás.
Un trabajador de esta sucursal reconoce la dificultad de detener al atracador debido a la poca calidad de las imágenes de las que disponen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
El personal de esta entidad bancaria asegura que el atraco no se produjo por falta de medidas de seguridad ya que “están todas activadas”. Es más, recuerda que la cámara de seguridad captó las imágenes del atraco.
La Policía Nacional aún no ha recibido la cinta con imágenes de más calidad que tendría que llegar de la península. Estas imágenes podrían facilitar la labor policial ya que las que tienen ahora las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están muy pixeladas y en ellas no se puede reconocer al atracador.
Ayer no había novedades en cuanto a la búsqueda del ladrón pero las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado continúan buscándolo, aunque saben que es difícil.