La película de Milos Forman en la que Antonio Salieri admirador de Mozart y creyendo haber contribuido a su muerte, finaliza con la locura de este personaje que en los pasillos de un manicomio y sabiendo que siempre ha sido un músico mediocre al lado del genio que murió con 35 años, grita “Yo soy el rey de los mediocres. Mediocres de todo el mundo yo os absuelvo, os absuelvo a todos”. Salieri que no contribuyó a la muerte de Mozart quien murió de tuberculosis (otros señalan una infección de estreptococos, pero en modo alguno envenenado por Salieri), sí murió desesperado por haber entorpecido, según la versión de Forman, la brillantez del genio ante la corte del emperador austriaco por la envidia y a la vez admiración que le tenía, y lo más importante es su último grito en el que él, que va bendiciendo a todos los que encuentra a su paso, aboga asimismo por su salvación al creerse “rey de los mediocres”.
La sociedad en la que vivimos está plagada de mediocres, encontrar un Mozart sucede alguna vez en alguna generación, pero siempre aspiramos, al menos, a que nuestros dirigentes, sin ser genios, no sean mediocres. Los dirigentes tienen la responsabilidad de anteponer el interés de todos los ciudadanos, es decir el interés general a su interés particular o partidista, para eso se les paga, y a solucionar los problemas que una sociedad moderna crea.
Los gobernantes actuales y el resto de la clase política actual, no solo no solucionan los problemas generales sino que a cada paso que dan van generando unos nuevos. Por citar solo algunos: no han sido capaces de formar un gobierno, no han sido capaces de reducir el déficit público ni la deuda pública y no se saben enfrentar a un problema territorial tan grave como el catalán o el vasco. Otros pudieran decir que es el sistema nacido en 1978 el que falla y fallan consecuentemente el poder ejecutivo, como lo hace el legislativo y el judicial. Da igual, es la clase política la culpable, es la mediocridad de los políticos la que nos ha llevado a la situación actual y esa mediocridad no ha sido suficientemente castigada.
El hecho de que nos dirijamos a unas nuevas elecciones sin argumentos de peso para no poder formar gobierno, es escandaloso. El que unos y otros estén encastillados en sus posiciones demuestra que a nuestra democracia le faltan años de barril y nuestros políticos creen estar todavía en las luchas de la Facultad o del Instituto, los que hayan pasado por las aulas, porque los más populistas creen en soluciones sencillas para problemas complejos, el resultado es un Parlamento un Gobierno y una Justicia que no son capaces de dirigir nuestra sociedad.
Uno de los grandes problemas consiste en que los políticos no quieren enfrentarse a los verdaderos problemas de la sociedad porque consideran que sería dañino para determinados sectores. Así, el endeudamiento de las autonomías, cifrado en 265.000 millones de euros, no se puede exigir porque quebrarían, en lugar de considerar la reforma de estructura territorial del Estado, en el que ya se sabe lo absurdo de tener, multiplicado por diecisiete los órganos del Estado (Tribunales de Cuentas, Consejos de “Estado”, Agencias, Empresas públicas , Canales de Televisión, Orquestas “Nacionales”, Policías..), por lo tanto el “buenismo” impera. Pero los políticos han sido elegidos para solucionar los problemas, no para abrazar niños y ancianos en los periodos electorales. Así, ya hemos llegado al 100,5 % del P.I.B en la deuda pública, lo que cuesta 1,1 billones de euros.
El bloqueo político ciertamente impide el que se hagan las reformas necesarias, pero cuando ha existido gobierno “no en funciones” estos problemas no han sido resueltos y ni siquiera planteados. Así, hasta el 2019 se considera que la autonomías no podrán conseguir el objetivo de déficit que tienen asignado. Las citadas autonomías consideran que deben tener mayores ingresos en lugar de corregir los déficits vía reducción del gasto público innecesario. El Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), viene siendo el paño de lágrimas, pero este Fondo se nutre fundamentalmente de Deuda Pública que origina mayor déficit.
El déficit junto al nivel de paro es el cáncer de la economía. Es necesaria una reforma profunda del sistema. No podemos conformarnos con el 20% de desempleo y disminuciones transitorias durante los periodos vacacionales. Ya el Ecofin, el Eurogrupo y la Comisión Europea han pulsado el timbre para que el Gobierno deje de dormitar, acabe con la inestabilidad política, presente los Presupuestos a Bruselas y corrija sensiblemente la senda de déficit. Incluso el BCE por boca de un miembro de su comité ejecutivo Benoit Curé advirtió al referirse a Portugal y a España “Hay mucho en juego. Tenemos un marco fiscal basado en reglas. Las reglas deben ser implementadas de forma clara creíble y transparente”. El BCE no se había manifestado hasta ahora sobre con esa rotundidad, ya que suele actuar sin hablar. Parece que se termina la parodia permanente de que la Autoridad Nacional va a cumplir y la de los castigadores de que se va a castigar.
Pero los mediocres no descansan y no so no son capaces de cumplir con las obligaciones a las que se comprometen en el exterior sino que son incapaces no ya de solucionar, sino de enfrentarse con políticas contrapuestas, con la verdad y con la ley a problemas que pueden generar un conflicto generacional y territorial en España. El mito y mentira repetido por los independentistas catalanes, a los que ahora se ha sumado el grupo comunista Podemos, que pasean por toda Cataluña y también lo quieren hacer fuera de nuestras fronteras, de que esa región es una nación y lo fundamentan en que han luchado a lo largo de la Historia contra España, por lo que en un país civilizado ya es hora de que se independicen, todos saben, independentistas en primer lugar, que es una vulgar mentira. Para ello usan, unos cuantos personajes que ellos llaman mártires y alguna canción que les eleve el espíritu para llegar a encontrar su alma. El caso es que , de mejor o peor manera y dirigidos por la máxima autoridad del Estado en Cataluña (el Presidente de la Generalidad), ya han celebrado un “referéndum”, cada año hay una riada de independentistas en las calles de Barcelona el 11 de Septiembre quemando banderas de España y del Rey, ya han decidido no obedecer las sentencias del Tribunal Constitucional y según ellos al independizarse el proceso se hará de “la ley a la ley” y todo será legal, por lo que las tres leyes fundamentales de desconexión: Transitoriedad Jurídica, Hacienda Pública y Seguridad Social, previstas en la declaración de independencia de 2015, a pesar de haber sido declarada inconstitucional y por consiguiente nula por el TC, siguen siendo la base para intentar conformar un sistema jurídico. Como el Parlamento de Cataluña, aunque ellos lo consideren “soberano” no tiene competencias para elaborar la Constitución de la República catalana, todas las normas que emanen de esa “Constitución” y la “Constitución” misma serán ilegítimas e ilegales al no proceder de la Constitución española, nuestra norma suprema, por lo que quienes las apliquen incurrirán en las responsabilidades jurídicas administrativas o penales a que dieran lugar. Que Cataluña ha sido más premiada que ninguna otra región de España lo expresa el prestigioso Gabriel Tortella (“Cataluña y España. Historia y mito”) “solo para que Cataluña tuviese el monopolio del algodón, España pagó el 1% del PIB”. A pesar de ello, el victimismo es la regla esencial, no se puede estudiar en español en los colegios, por lo que no se cumple la Constitución y los mediocres no hacen nada. Cataluña nunca fue independiente. La rebelión de 1640 contra Felipe IV y el Conde Duque de Olivares lo fue porque no querían pagar impuestos, necesarios para financiar las guerras de aquellos tiempos, mientras Castilla pagaba el 10% del gasto Cataluña solo pagaba el 2%.
Vicens Vives manifiesta que los decretos de Nueva Planta promulgados por Felipe V en 1714 beneficiaron a Cataluña. Carlos III prohibió la importación de determinados productos que beneficiaron a Cataluña, además de concederle el monopolio del comercio con las provincias de ultramar. Lo del “héroe” Rafael Casanova, piedra angular de las “diadas” contemporáneas, solo fue un austracista más en la guerra de Sucesión al trono de España. Era jurista y máxima autoridad militar y política de Barcelona que apoyó al Archiduque Carlos, resultando herido en la batalla final de Barcelona en 1714, posteriormente fue exonerado de todos sus cargos volviendo a ejercer la abogacía y muriendo en 1743 en su hogar, por lo que este episodio simplemente aboca a la burla sino fuera por el problema que engendra,porque a los independentistas que ya han conformado sus mitos a base de mentiras les da todo igual y enfrente tiene una cuerda de mediocres que no les oponen una sola razón que desbarate sus argumentos y ni siquiera les exigen el cumplimiento de la Constitución.
Yo que no soy personaje de Milos Forman pero más mediocre que Antonio Salieri y no tengo ningún poder de absolución, si lo tuviera, reconozco que no absolvería a nuestra clase política, deben marcharse por el bien común. No absolvería a estos mediocres.