Se transmiten de abuelos a padres, de hijos a nietos, de generación en generación; por eso, a veces, las realizamos de manera automática, olvidando cuál es su significado, origen y auténtica razón de ser.
Decorar el árbol
El primer árbol de Navidad, tal cual lo conocemos hoy , se encuentra en Alemania en el año 1605, como costumbre para celebrar el nacimiento de Jesucristo. Además, cada adorno tienen un significado distinto: la estrella, colocada en lo alto del árbol, significa el camino hacia el belén; las luces, que en su época fueron velas, representan la luz de Cristo; las bolas, que en su día eran manzanas, representaban las tentaciones; y las herraduras se colocaban como símbolo de la buena suerte.
Turrones y mazapanes
El origen de este dulce manjar en España viene de los árabes, los cuales utilizaban la almendra y la miel como base de muchos de los dulces que elaboraban. Hay que señalar que las ciudades más conocidas por elaborar turrón son Alicante y Barcelona. Aunque los turrones más tradicionales son el turrón blando y el duro, hoy en día hay un sinfín de propuestas que cada día nos sorprenden más.
Misa de Gallo
Cada 24 de diciembre, Nochebuena, se celebra a las 12 de la noche la conocida Misa del Gallo para dar la bienvenida a la Navidad. Se cree que esta tradición viene del Papa Sixto III el cual estableció la costumbre de celebrar una misa a media noche ‘al canto del gallo’, momento en el que empezaba el nuevo día, y celebrar así el nacimiento de Jesucristo.
Jugar a la Lotería de Navidad
Fue en 1812 cuando se celebró el primer sorteo de Navidad. Al partir de 1892 se empezó a conocer como Sorteo de Navidad. Desde el inicio, los niños del Colegio San Ildefonso han sido los encargados de cantar los premios. Cada año, miles de españoles están atentos al 22 de diciembre ansiosos porque los números premiados correspondan con sus números comprados. ¿Te ha tocado alguna vez la lotería?
Montar el belén
Es otra de las tradiciones navideñas más arraigadas que existen. Para saber su origen, debemos remontarnos al siglo XIII cuando San Francisco de Asís pide autorización al Papa Honorio III y poder escenificar el nacimiento de Jesucristo con personas vivas y animales. Estos primeros siglos, el belén estaba restringidos a conventos y no fue hasta el siglo XV cuando se hizo el primer belén de barro en Nápoles. Hoy en día, son pocos los hogares españoles que no monten el nacimiento todos los años.