Un individuo armado con un sable asaltó el jueves el recinto del Palacio Real en Tetuán. Tras franquear dos cordones de seguridad, el atacante fue neutralizado por la Guardia Real y llevado a las dependencias de la seguridad para ser interrogado. En el enfrentamiento resultó muerto un policía y otro herido. Esta información ha aparecido el pasado fin de semana en la edición digital de ‘El Impartcial’ y firmada por su corresponsal en Marruecos, Pedro Canales.
Según se señala en la información el ciudadano marroquí en cuestión blandió a las puertas del recinto palaciego su alfanje y profirió gritos contra el monarca, antes de ser maniatado.
Escribe que el asaltante llevaba una larga barba, es conocido por su tendencia salafista y vestía a la manera tradicional de los islamistas radicales.
El agresor se llama Ben Omar Hadi de 35 años, y hace pocos meses fue expulsado de España por ser considerado como un inmigrante ilegal.
Hadi era porteador y venía todos los días a nuestra ciudad para transportar las mercancías como otros miles de sus conciudadanos, y vendía su mercancía como comerciante ambulante en las inmediaciones del Palacio, situado en pleno centro de la ex capital del Protectorado español en Marruecos.
En la mañana del jueves Ben Omar Hadi fue maltratado, según este periódico digital, por la policía que le exigieron dinero a cambio de dejarle vender sus productos de contrabando. El infortunado comerciante rechazó el pago de dinero lo que le acarreó una lluvia de golpes. Hadi perdió los nervios y blandiendo una espada atacó el Palacio con tal violencia que un policía resultó muerto y otro gravemente herido.
El periódico marroquí en lengua árabe As Sabagh, citando fuentes de la Administración, escribió en su edición de este sábado, que el protagonista del suceso “es un demente” y que tras su interrogatorio fue trasladado a la clínica psiquiátrica de Tetuán.
De hecho, la Dirección de Vigilancia del Terruitorio, especie de policía política dependiente del ministerio del Interior, lo trasladó al hospital de enfermos mentales tras su interrogatorio, para persuadir a la opinión pública marroquí de que efectivamente se trata de un desequilibrado mental
El hecho ha causado estupor entre la población tetuaní, y parece reflejar un estado de ánimo muy tenso en ciertos sectores de la población que se sienten defraudados por las expectativas creadas de desarrollo regional que no están siendo cumplidas.