La historia envuelve a San Amaro y se respira en cada uno de sus rincones. Sin duda pintoresco puede ser el adjetivo que mejor defina a un barrio que, según sus vecinos, poco ha cambiado a lo largo de las décadas. Es pequeño, pero rico. Se extiende desde el antiguo cuartel de las Heras, lo que es considerado la entrada a la barriada, hasta el famoso parque de San Amaro.
Durante la transición por el mismo es fácil dejarse empapar por la brisa del Poniente que azota las viviendas más próximas al litoral y se entremezcla con una esencia añeja que aún se mantiene. Es una de las barriadas más cercanas al centro neurálgico de la ciudad y es característico el contraste. Tan solo hay que avanzar un poco de ese activo centro para sumergirse en un clima de paz. San Amaro es una balsa de tranquilidad. Vecinos que se conocen de toda la vida, que coinciden a la salida y entrada a sus viviendas, se paran a conversar en la calle o coinciden en esos establecimientos de barrio que sobreviven a las mareas del tiempo.
Está sostenido en una balanza sobre la que se posa por un lado su carácter pesquero y, sobre el otro, el castrense. El mar y San Amaro van de la mano y marca uno de los orígenes de la zona: las pequeñas casitas que se asientan a orillas de la costa que estaban habitadas por vecinos dedicados a las faenas del mar. Pero, sin duda, es el carácter militar el predominante en San Amaro. El barrio propiamente dicho al que se accede por la calle La Lealtad, nombre por el que también se conoce a la zona, está vestido a su entrada por el antiguo cuartel de la Guardia Civil y conduce a un núcleo de viviendas conformado por pabellones militares.
Aunque para remontarse a su origen hay que situarse en el siglo XVII. Su nombre le viene de un abad y navegante que, según la leyenda, atravesó el Mediterráneo y protagonizó innumerables aventuras. Además de dar nombre a este barrio de Ceuta, según relatan las crónicas, San Amaro era un noble pío de Asia que vivía obsesionado con la idea de encontrar el paraíso.
Pero parece ser que el barrio procede de dos personajes. Uno de ellos, un penitente francés que fundó un hospital para leprosos en Burgos. El otro es San Mauro de Anjou, que instauró el primer monasterio benedictino de la historia de Francia.
Aún quedan vestigios de ese pasado histórico. Del fuerte del siglo XVIII que se sitúa en pleno borde del litoral ubicado en un saliente con orientación norte sur. Ahí se levanta este pequeño Fuerte de Artillería de costa destinado a la vigilancia de la cala y playa de San Amaro. Situado al borde de la playa, fue construido en la segunda mitad del siglo XVII el castillo de San Amaro durante el mandato de Sebastián González de Andía, Marqués de Valparaíso, quien gobernó la plaza de Ceuta desde 1692 a 1695. Con posterioridad entre 1707 y 1714 se hicieron importantes reformas y se instaló una poderosa batería de costa.
‘Bar Navarro’: más de dos décadas infundiendo vida e “iluminando” a la barriada
Es uno de los restaurantes con más tradición, no sólo en San Amaro, sino en toda la ciudad. Hablar del ‘Bar Navarro’ es hacerlo de un delicioso pescado de calidad y de un marisco tan fresco que se puede comprobar en la vitrina de la barra. Son 25 los años que avalan a este negocio familiar regentado por Juan José Navarro en el que también trabaja su hijo, Juan José. “Intentamos tener siempre un buen producto, a buen precio y tenemos una clientela selecta”, explica. Asegura que el “éxito” del negocio son sus patatas bravas, pero también tienen el plato estrella o mariscada al Navarro , “es muy completo porque lleva casi todo el marisco que hay en plaza, es un plato muy exigente”.
En opinión de Juan José su establecimiento ha conseguido “infundir vida” al barrio y se ha posicionado como uno de los referentes que atraen a ciudadanos de toda Ceuta e “ilumina” las noches oscuras y solitarias que se suceden a lo largo de la carretera de San Amaro.
Sobre la barriada dice que “es muy buena y tranquila”, aunque asegura que faltan “zonas de aparcamiento”. Además se lamenta que el parque de San Amaro “está algo dejado, los niños vienen, se aburren y terminan yéndose a la Marina. Tendrían que hacer algo para los niños porque no hay nada. Está muy bonito pero ha perdido su esencia de toda la vida”.
Antonio: “Los amigos de toda la vida seguimos unidos por el barrio”
Antonio nació hace 42 años en San Amaro y se niega a abandonar sus orígenes. No es el único. Asegura que todavía se puede respirar ese ambiente de barrio de toda la vida, que en muchas otras zonas se ha perdido, pero que este pequeño núcleo de casitas sigue concentrado con la misma intensidad que hace varias décadas. “Aquí la infancia era infancia y lo sigue siendo”.
Quizá sea ese el motivo que provoca que antiguos vecinos deseen regresar a su hogar. “Son muchos los que se pasan a preguntar por casas que estén vacías, porque aquí se vive bastante bien”, comenta. Antonio apenas ha perdido el contacto con sus amigos de toda la vida. “Los que no viven aquí vienen a menudo, y es que este barrio une”.
‘Bar Antoñete’: la primera hostelería del barrio que congregaba a todo un vecindario
Corría el año 1974 cuando abrió el que se convirtió en una parte del corazón del barrio y que ahora ostenta el título de lugar emblemático de San Amaro. Siguiendo la carretera y a unos metros de la barriada propiamente dicha, se bifurca una pequeña vía en la que antiguamente se encontraba el acceso a la playa.
Allí, frente al ‘Bar Navarro’, por entonces inexistente, se erigía una pequeña edificación que, hoy, vestida de gris aún conserva un cartel que reza ‘Bar Antoñete’. Aunque su actividad cesó por el año 99, esa placa remueve el recuerdo de todos los vecinos y, sobre todo, de su antigua propietaria. “Es en recuerdo a mi padre, que falleció, y mi madre no quiere quitarlo”, explica Antonio, su hijo.
Él fue uno de los tantos niños y adolescentes que se reunían para echarse “un billar o un futbolín”, como rememora cargado de añoranza Manuel Díaz, presidente de San Amaro. “Esto era más que un bar. Fue el principal lugar de reunión del barrio durante décadas”, comenta Antonio.
Al carecer de un local social, el ‘Bar Antoñete’ ejerció tal función, pero no solo para San Amaro, sino para todas las zonas limítrofes. “Venía mucha gente de fuera, de todas las barriadas, porque en la década de los 70 apenas había locales destinados a la hostelería de aquí a Azcárate. Estaba el bar de mi padre, ‘El Retiro’ y ‘La Viña”, señala Antonio. Treinta décadas doradas para un lugar que, aún cerrado, se sigue venerando con el recuerdo.
Parque de San Amaro: Una seña con varios siglos de historia
Otro de los emblemas de la zona es el parque de San Amaro. El parque y la barriada existen en Ceuta desde mediados del siglo XVII, aunque el parque no fue construido hasta comienzos del XIX. Desde las puertas de entrada, que representan los vientos de Levante y Poniente, discurre un paseo ligeramente ascendente y ajardinado.
El paseo asciende hasta la ermita de San Antonio desde donde parte un sendero que bordea el monte y desde donde se disfruta de unas magníficas vistas. Era la parte final de un paseo que venía desde las antiguas baterías de ‘Las Balsas’, y servía para subir a la ermita de San Antonio.
La playa: “Ha mejorado, hemos luchado mucho para tener una playa en condiciones”
Es la playa de muchos ceutíes pero, sobre todo, de ellos, de los vecinos, que no conciben la vida sin esos vientos de Poniente y el olor a mar que se inmiscuye entre sus calles y rincones. Sin embargo arrastra una lucha constante para que el baño y disfrute pueda estar a la altura que en el resto de playas de la ciudad.
“Por suerte ha mejorado mucho con respecto a hace años. Si bien es cierto que hemos luchado para tener una playa en condiciones, hemos avanzado y casi disponemos de las mismas facilidades que gozan en otros lugares”, explica Díaz.
? Por favor, lo que nos faltaba por ver y oir, el maspapitas de "PRESIDENT SAN AMARO" este Señor ya hace decadas que ni el ni su familia viven en el barrio, que por cierto, esta que parece un geto chabolas en su tiempo vale, pero ahora de de todos es sabido que al ser terreno militar entan hechado todo abajo, lo que tienen que hacer es dar casas en condiciones a los pocos vecinos que aun viven y que se deje este de pedir local social para sus colegas, y los 4 vecinos, por muchos años que pasan la gente no cambia.
Cabo primero Diaz, lo mismo te empluman por salir con el traje faena en la tele, ten dos dedos de cabeza, otra cosa la barriada San Amaro, la Lealtad la mayoria son pabellones militares que se van hechando abajo segun van muriedo sus inquilinos, tiene los dias contados, exeptuando los bloques hasta los pabellones de la G. CIVIL se caen a trozos, es cuestion de tiempo de que se le meta mano a ese terreno. Habeis visto la barriada? ?
Que bien hablan nuestros vecinos
Qué categoria
Haber si nos empiezan a escuchar y tener en cuenta y nos adecentan la barriada para que no muera