La Cofradía aumentó el número de túnicas y estuvo acompañado por muchos niños de entre doce y catorce años. Las dos cuadrillas demostraron gran preparación durante un largo recorrido.
La Cofradía del Santísimo Cristo de la Encrucijada y María Santísima de las Lágrimas volvió a hacer su estación de penitencia en la jornada del Jueves Santo, demostrando una vez más que sus imágenes tienen muchos devotos.
La seriedad volvió a ser la nota característica de la Hermandad de la Encrucijada, que puso sus dos tronos en la calle para cumplir con un nuevo recorrido, que también supuso un cambio en los horarios. De cualquier manera volvió a ser la Cofradía con el recorrido más largo.
La Hermandad decidió repartir 40 túnicas más para niños de edades comprendidas entre los doce y los catorce años, por lo que fueron muchas las personas que acompañaron a los sagrados titulares de la Cofradía durante su estación de penitencia.
Con el acompañamiento musical de la Banda de La Amargura y de la de Nigüeles de Granada, los dos pasos iniciaron su recorrido a las siete de la tarde. Media hora después se celebró el tradicional pregón, a cargo del hermano Juan Damián García.
El paso del Cristo fue capitaneado por el capataz José Díaz Recio con Juan José Berrocal como contraguía y una cuadrilla de 30 personas, mientras que la Virgen, con 30 costaleros, fue guiada por el capataz Antonio Villatoro Ballesteros con Francisco José Méndez como contraguía.
Los tronos estrenaron unos juegos de ciriales para el Cristo, y varas de pertiguero y unos juegos de dalmáticas para ambos.
Las cuadrillas de ambos pasos demostraron gran preparación e hicieron un gran recorrido, lo que el público agradeció con aplausos en distintos puntos.
El paso de la Cuadrilla por la carrera oficial destacó y los ceutíes pudieron disfrutar de emotivos momentos que quedarán en la memoria de la Semana Santa 2010. Destacó también el tradicional pregón que se realizó a escasos metros de la Iglesia de San José.