El vaivén de profesionales que se encarga de la Psiquiatría Infantil en el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria en Ceuta (Ingesa) hace de esta plaza una de las más volátiles de la plantilla. Lo mismo hay un especialista que atiende a los pacientes durante una temporada, que luego vienen unos meses con el puesto vacante porque el facultativo en cuestión ha preferido aceptar una plaza en otra autonomía porque está más cerca de su entorno. Una inestabilidad en la atención que afecta, entre otros colectivos, a los usuarios de la Asociación Autismo Ceuta.
Esta entidad que aglutina a las familias de personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) se ha hecho eco del malestar tanto de ellos como del propio presidente porque, una vez más, los ceutíes se han quedado sin psiquiatra infantil en la sanidad pública. Ante esta tesitura, los padres recuerdan que los niños “tienen que ser obligatoriamente atendidos y contar con su cita”.
Autismo Ceuta, así como todas aquellas personas que la componen, solicita a Ingesa que cubra cuanto antes la vacante y, dado el volumen de pacientes que han atendido sus predecesores en el puesto, proponen la contratación de más de un psiquiatra infantil para garantizar la atención a sus hijos puesto que, si solo cuenta con uno, se puede reproducir el mismo problema.
Como ejemplo, una de las madres que ha trasladado este malestar generalizado, cuyo hijo tiene cita la semana que viene y, teme, la va a perder porque Ingesa no tiene psiquiatra infantil. Su pequeño acaba de incorporarse porque solo tiene cuatro años, pero quienes sufren esta circunstancia desde 2017 saben de los problemas de continuidad de los profesionales en el servicio.
Cualquiera de los facultativos que han pasado por la plaza, al menos tres en los últimos dos años, se encuentra con una sobrecarga asistencial porque, al ser el único en la sanidad pública en Ceuta, acumula demora. Sirva como detalle que una de las progenitoras tuvo que esperar tres meses hasta que obtuvo el informe del psiquiatra infantil.
El último doctor en ocupar la plaza ha sido Alfonso Poza Jiménez, quien causó muy buena impresión a todos los usuarios y, cuando se recibe una asistencia tan cercana, la pérdida supone aún un varapalo mayor para quienes han puesto la salud de sus hijos en sus manos.
Ni psicólog@s, los de salud mental en Otero de baja y no terminan de baremar la dichosa bolsa que lleva parda más de 4 años. Jesús dale solución a salud mental que no cumple con la ratio. Saca plazas, aumenta el número y cubre la ratio XD!!