Si la seguridad ciudadana la venden a bombo y platillo desde ciertas esferas de nuestra ciudad pertenecientes a las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad del Estado, los datos aportados por la Unión Federal de Policía, UFP, parecen indicar todo lo contrario. Y es que en los últimos seis meses, ocho policías nacionales han sido víctimas de agresiones a manos de delincuentes comunes, bien sean de tipo verbal, físicas o contra bienes materiales, y todas ellas cuando se encontraban fuera de servicio.
Si bien el uniforme policial puede conllevar este tipo de riesgos, los efectos colaterales los sufren sus familias, expuestas igualmente a estas acciones delictivas. Es el caso de una joven, pareja de un policía nacional, cuyo vehículo fue incendiado hace aproximadamente tres semanas, mientras permanecía aparcado en las inmediaciones de la parroquia de San Ildefonso en la barriada del Príncipe. Se da la circunstancia de que hace un año y medio, su pareja también fue víctima del incendio de su coche en el mismo lugar, y aunque en ese momento no se llegó a realizar ninguna detención, existían ciertos indicios que apuntaban a los responsables del atentado.
Fue después del segundo incendio hace quince días, cuando se identificó fotográficamente como presuntos autores de los hechos a dos individuos conocidos como el ‘Moro loco’ y el ‘Yibilo’, este último detenido recientemente por su supuesta implicación en la agresión al policía nacional junto a un pub del Poblado Marinero hace una semana.
Incendio de un negocio
Este no es el único caso en el que el familiar de un agente de policía sufre una agresión. El negocio del padre de otro funcionario también fue pasto de las llamas hace unos meses, al parecer a manos de algún delincuente que pretendía vengarse, a través de la destrucción de estos bienes materiales, del agente.
Otros dos policías nacionales fueron agredidos cuando practicaban footing por Benzú. Al parecer, varios individuos los observaban desde un monte cercano y al regresar de su recorrido fueron apedreados por estos sujetos.
Un nuevo caso de agresión física se produjo, nuevamente en el Poblado Marinero, cuando un funcionario fuera de servicio se dirigía con su novia a una hamburguesería de la zona, donde fue golpeado por otro sujeto.
Si los ataques físicos son frecuentes, las agresiones y amenazas verbales no lo son menos. Un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía fue increpado e insultado en mitad de la calle, y cuando se encontraba fuera de servicio, a tenor de un acta elaborada en el desempeño de su tarea profesional.
Un caso similar quedó registrado en la mezquita de Sidi Embarek, cuando unas pintadas increpaban a otro de los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía.
Los bienes materiales de estos agentes también han sido objeto de las venganzas de estos individuos. A otro de los funcionarios de la plantilla local le incendiaron le pincharon las cuatro ruedas de su vehículo, reincidiendo en este delito una segunda vez, en esta ocasión con el destrozo de un nuevo neumático.
Son algunas de las situaciones que viven los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y que ponen de manifiesto el repunte de violencia callejera que sufre nuestra ciudad de un tiempo a esta parte. Recordar que la última de estas agresiones la sufrió un agente hace una semana cuando fue agredido por tres sujetos, uno de ellos menor, en el Poblado Marinero. El agredido fue insultado y golpeado por estos individuos a quien el policía había detenido tiempo atrás.
El policía agredido sufre una fractura
Aunque este periódico ha intentado contactar con el policía agredido en el Poblado Marinero, el funcionario ha rehusado hacer cualquier tipo de manifestaciones relativas a su agresión en esta zona de ocio. Sí ha podido constatar este medio que la lesión en la mano, que en principio apuntaba a una fisura, finalmente ha sido diagnosticada como fractura. Además, y fruto de los golpes recibidos por los agresores, el policía nacional sufre una contractura muscular en la espalda.