La puesta en marcha dentro de unos meses de la Escuela Laboral de la Construcción será una vieja aspiración del ejecutivo autonómico presidido por Juan Vivas, pero una apuesta muy fuerte por acabar con una de las principales lacras que presenta el desempleo en la construcción en nuestra ciudad, la falta de formación de sus trabajadores. Las quejas continuas de importación de mano de obra desde la Península podrá ser dentro de unos años un recuerdo, si el funcionamiento de la Escuela garantiza el éxito. Algo que parece probable porque se ha escogido a un buen gestor como es la Fundación Laboral de la Construcción, que ya arrastra una experiencia importante de quince años en otros puntos de nuestro país. Ello junto con la importante inversión que están realizando las dos administraciones permitirá que las empresas constratistas remen también en la misma dirección. Todas las partes se han marcado unos objetivos y el propio funcionamiento de la Escuela permitirá que cada año salgan a la calle más de cuatrocientos trabajadores bien formados en todos los campos donde exista demanda.