El buen tiempo sonrió a los cofrades de ‘La Pollinica’ en su procesión del Domingo de Ramos. El cielo no se limitó a respetarles, sino que además se hizo paso entre las nubes del cielo de la ciudad.
Acompañados por la banda de música de Ceuta y la banda de La Amargura. No era para menos; tal y como aseguró el hermano mayor de ‘La Pollinica’, Eusebio Belmonte, este año el sentimiento era el de “salir bien, con más ganas si cabe”.
Las notas del himno nacional sonaron a las 6 y cuarto de la tarde, después de que la Cruz de Guía de la hermandad saliera puntualmente(a las seis) de las puertas de la capilla de Manzanera. En ese momento, entre aplausos, los 45 costaleros que movían el Cristo lo sacaron ante el público que abarrotaba la plaza. El Ejecutivo de la ciudad estuvo representado con su presidente, Juan Vivas, a la cabeza, y la consejera de Sanidad y Consumo, Adela Nieto; también estuvo presente Juan Carlos Aznar, presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, y el vicario de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Francisco Correro.
Los costaleros hicieron un magnífico papel con las indicaciones y ánimos de Antonio Vallejo, ayudado por Pedro García, José Alcalá, Ricardo Navarro y Luis Gil. Salió el Cristo con el modesto estreno de sus faldones, pero recibido por cientos de personas y precedido por los nazarenos y resto de cofrades que participaban en la procesión.
Igual de entusiastas fueron los aplausos para la Virgen de la Palma, que salió minutos más tarde y que reposaba sobre 35 costaleros. Este paso estrenaba un juego de ciriales.
Los minutos fueron pasando y los costaleros mostrando su habilidad, especialmente en maniobras complicadas como el momento de situar el Cristo enfrente de la Casa de Hermandad del Medinaceli, donde esa Cofradía presentó sus respetos a ‘La Pollinica’, al igual que haría después junto a la Iglesia de África. El sol se puso, y ya de noche los cofrades resistieron el cansancio valientemente para dar un impecable punto y final al comienzo de la Semana Santa.