El repique de las campanas marcaba el inicio de la salida de la Virgen de los Remedios, titular de la parroquia del mismo nombre que hoy ha salido al encuentro de sus fieles para recorrer las principales calles del centro. Se cumplía así el tercer año de una procesión tras recuperarse una tradición que no se llevaba a cabo desde 1946 y que la Cofradía retomó hace tres años cuando salió a la calle la imagen de la Virgen de los Remedios.
El restablecimiento de esta salida ha coincidido con el tercer centenario de la fundación de la parroquia de los Remedios un 5 de mayo de 1716.
La Virgen de los Remedios salía en procesión de Gloria y así se hacía notar en el ambiente. Desde el repiqueteo de las campanas, hasta los vivos colores de las mantillas que acompañaban el paso o de las flores, en tonos blancos, verdes, rosas y malva.
Todo ello bajo los alegres sones de la Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús Caído y Virgen de la Amargura que ha acompañado a la titular de la parroquia en su recorrido por calle Real, Revellín, Ingenieros, Cervantes y Plaza de los Reyes.
La cuadrilla de 35 costaleros, muchos de ellos procedentes de otras hermandades afines a la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte, ha estado dirigida por los capataces Javier Valenzuela, Bonifacio Rodríguez y Jesús Valenzuela y por los ayudantes de capataz Juan Rodríguez y Francisco Javier Carmona.
La Virgen ha sido portada sobre parihuela, la misma que durante estos años usó la titular de la Cofradía, Nuestra Señora del Mayor Dolor, y que dejó de usar tras el estreno de un nuevo paso en la procesión de la Magna Mariana.
Sobre la parihuela, los cuatro brazos de tulipa en cada una de sus esquinas y los respiraderos del Cristo de la Buena Muerte para dar mayor realce a un paso que algunos fieles vieron pasar totalmente emocionados.