La Intervención de la Ciudad ha fijado criterio sobre qué hacer con Tragsa a la hora de pagarle las partes de las obras que se le encomienden y la empresa pública subcontrate, habitualmente a precios inferiores a sus tarifas oficiales, en base a las que calcula los presupuestos que pasa a la Administración autonómica. Según explicaron ayer fuentes de la Consejería de Hacienda que dirige Kissy Chandiramani, la Intervención solamente autorizará el pago de cantidades equivalentes al coste efectivo que para Tragsa hayan tenido los trabajos externalizados, si poder obtener un beneficio extra por ellos.
El Gobierno prometió a Caballas en junio en el Pleno escuchar y atender a los técnicos
El Gobierno que preside Juan Vivas se comprometió ante el Pleno en junio a recabar dictámenes técnicos (y aplicar su conclusión) sobre qué hacer en esos casos, bastante habituales en la ejecución de las encomiendas que se encargan a Tragsa, que puede subcontratar hasta un 49% de ellas.
“Coste efectivo soportado”
Caballas fue el grupo parlamentario que interpeló al Ejecutivo alertando de que la nueva Ley de Contratos del Sector Público que entró en vigor el pasado mes de marzo “establece de manera taxativa lo que hasta entonces era una recomendación del Tribunal de Cuentas: que los medios propios sólo perciban por las obras ejecutadas y los servicios prestados el coste efectivo soportado”.
Literalmente, la norma estipula que las compensaciones a una empresa como Tragsa deben atender “al coste efectivo soportado por el medio propio para las actividades objeto del encargo que se subcontraten con empresarios particulares en los casos en que este coste sea inferior al resultante de aplicar las tarifas a las actividades subcontratadas”.
Otros organismos como el Consejo de la Cámara de Cuentas de Aragón ya estipularon hace años que “las retribuciones de la entidad encomendataria deben fijarse por referencia a tarifas aprobadas que deben fijar los costes reales” y que “en el caso de que se produzca una subcontratación, las bajas obtenidas en las licitaciones deberían trasladarse a la entidad encomendante”.
Trabajos facturados a 127.000 y externalizados por 85.000
Aunque no es fácil conocer la facturación desglosada que Tragsa hace a la Ciudad por los trabajos que esta le encomienda, en el primer gran encargo que la Administración autonómica le hizo en verano del año pasado, la de limpieza de distintos espacios públicos, el medio propio pasó un presupuesto de 127.505,01 euros por la realización de “trabajos verticales” en “taludes, acantilados y zonas de difícil acceso”, en concreto “la recogida de distintos tipos de residuos mediante trabajo con personal especializado”.
Alegando que no disponía de cinco trabajadores con ese perfil, Tragsa licitó inmediatamente la externalización de esas labores y lo hizo por solo 85.000,38 euros, un margen de beneficio equivalente al 33% de sus tarifas con solo tramitar un concurso al que concurrieron cinco empresas de Ceuta y Andalucía en algunos casos con ofertas muy superiores al máximo establecido y en otros “al límite”. Se lo llevó ‘Sin Límite Vertical’ por el presupuesto de licitación.
Preguntadas por esta ganancia, fuentes de la empresa indicaron que ese margen se dedicaba a “sufragar todos los costes indirectos que Tragsa, como cualquier empresa, debe asumir para mantener los servicios de prevención de riesgos laborales, vigilancia, seguridad, personal, etcétera, necesarios pero no directamente vinculados a esta encomienda”.