La operación feriante continúa en su segunda jornada y los intentos de los inmigrantes por alcanzar la península, escondidos en los remolques de las atracciones de feria, no desisten.
Pese a los controles que llevan a cabo la Policía Nacional, Local, Guardia Civil y Policía Portuaria en este operativo instalado en el puerto, los feriantes han echado en falta este año un mayor control policial previo en el recinto ferial.
Aclaran que están a favor de los registros, ya que son los primeros que no desean que se cuelen en sus remolques, sin embargo, ven necesario un mayor número de efectivos y controles previos para evitar las largas esperas que se producen en el puerto, para poder regresar a la península. Sólo piden una mayor organización para salir en orden sin problemas.
Para evitar las largas esperas como las vividas en la primera jornada de salidas, algunos ya han tomado como táctica esperar al segundo o tercer día para salir de Ceuta.
Y es que en la primera jornada de la operación, hubo feriantes que tuvieron que hacer noche y aguantar horas en el muelle de la Puntilla, un recinto sin acondicionar, viendo como los ferris partían vacíos, mientras ellos esperaban la revisión previa, en un único puesto, para poder embarcar.
Pese a todos los inconvenientes que les generan los registros previos al embarque, los feriantes coinciden en defender estas actuaciones, ya que son los primero que no quieren inmigrantes ilegales ocultos entre sus remolques.
Relatan que los intentos de esconderse dentro de las atracciones, para urdir los controles policiales, les provocan daños materiales que luego ningún seguro cubre y que supone un desembolso cuantiosos que no tienen contemplado.
Además de los daños materiales, pese a ser víctimas indirectas de esta presión migratoria, confiesan que lo que menos desean es abrir sus atracciones en el puerto de destino y encontrar un cuerpo sin vida en el en el interior.
Recuerdan que en años anteriores, durante la operación feriante, había un control policial más exhaustivo desde el recinto ferial, algo que generaba un efecto disuasorio entre los inmigrantes.
Pero esta ausencia ha sido notoria, no sólo en esta operación salida, sino durante toda la feria, en la que han percibido una falta de policía que se ha traducido en daños a su patrimonio. Este colectivo sólo pide más seguridad y más organización, recordando que lo que ellos quieren es venir a Ceuta, a trabajar tranquilos.