Aunque nuestros pensamientos nieguen lo que voy a exponer, son verdades como puños de grande. Los delincuentes son personas normales y corrientes que viven en la calle, ya que de ella está fraguándose sus capìtales. Nos están mirando, observando, espiando, continuamente. Los tenemos en cualquier lugar en donde estemos, el que menos te espera puede ser uno de ellos. Las personas sencillas no se esconden de nada y por ello dicen y hacen lo primero que le viene en gana, es un gen que hemos heredado de nuestros antepasados.
No piensan que una frase puede ser la delatora de una incursión en las ideas de un malhechor. Estos aprovechan un resquicio para poder llevar a cabo sus planes. Imagínense una farmacéutica que está investigando una fórmula para un mal determinado. ¿Qué darían por una quimera? Pues lo mismo pasa por aquí, con la salvedad que unos dan la información gratuitamente, por tener el defecto dicho anteriormente, y los otros desembuchan por unos acuerdos predeterminados.
Estamos tirando del hilo para ir encontrando primero las equivocaciones naturales de nuestros congéneres. No debemos de tener gente de primera fila que vivan en la misma localidad de donde están trabajando. Facilitarles una residencia habitual en otro espacio diferente a esta “isla española”. Escoger a los mejores y como es lógico facilitarles medios que estén al día con sus homólogos del otro rasero que estamos midiendo. Siempre han estado trabajando con las incautaciones que se le han hecho a los narcotraficantes. Esto equivale a decir que compramos coches de segunda mano y qué significa esto, pues que volvemos a ser las cenicientas de los cuentos.
Debemos de pensar que un hombre bien instruído con un equipamiento acorde a los años que corremos puede estar en la calle y ser la envidia y el temor a la vez de los delincuentes. Pero si por el contrario tenemos gente preparada y no le dotamos de elementos de nueva generación, ¿qué piensas que podría ocurrir?. Pues lo que está pasando ahora. Por un lado se ríen a nuestra costa, y por otro cuando ven que las cosas están en contra de ellos no dudan en utilizar un elemento sorpresa, que todos nos podemos quedar desatornillados cuando nos lo cuentan.
Actualmente el plus consiste en estrellarse contra nuestras máquinas que son nuestros medios más primitivos que están dotados nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, que la inmensa mayoría de las veces son la unidad única, valga la redundancia, y encima castigadas máquinas de patrulla, utilizadas normalmente por personas diferentes durante muchísimas horas al mes. Pensaremos por qué. Pues sólo hay una embarcación en condiciones para poder responder ante un previsible ataque de cualquier nave que quiera violar el orden de la Ley, que es lo fundamental para que exista estas personas encargadas de ello, para evitar que se vulnere los pactos de estado que se han escrito en los libros que sirven para tener una sociedad moderna y evitar la delincuencia. No dejar de descansar nuestras únicas máquinas de trabajo.
No darle el mantenimiento adecuado y muy especialmente muchas manos que tienen diferentes patrones de trabajo son un cóctel mortal para la herramienta que es el talón de Aquiles para la lucha diaria de estos currantes que tiran para adelante, como los de Alicante, con una desigualdad evidente. Yo propondría un rezo generalizado para esta escala sea un pequeño repunte en las estadísticas. En caso contrario la vida de nuestros salvaguardas de la tranquilidad de los ciudadanos decentes estará en peligro por una sencilla regla de la acción de demolición en cadena.
Esto no estamos de acuerdo en que pase así que pedimos medidas contundentes desde estas primeras horas que son fundamentales. No sólo a nivel local, sino que se vayan mojando uno a uno todas las autoridades. Ceuta es una primera fortaleza de la nueva Europa de los 28. Hay que mover fichas y no para hacer ruído. Debemos de pensar en el futuro común. Es un cáncer que llega hasta los últimos rincones del mundo. O se extirpa o estaremos infectados hasta la médula.