La entrada de más de 600 personas por el vallado el pasado jueves ha provocado que Ceuta se haya convertido en el foco de atención mediática. Lo ocurrido no solo ha sido objeto de tratamiento en todos los medios sino que durante este fin de semana sigue prestándose atención a lo que sucede a este lado del Estrecho.
La inmigración y la forma en que es absorbida por esta ciudad obtiene un tratamiento puntual, pero lo que Ceuta necesita es de una mayor y permanente visualización para que sean conocidos los problemas que se concentran en un núcleo de reducidas dimensiones, con pocos recursos pero que tiene la encomienda de ser la frontera sur de Europa. El viejo continente mira hacia otro lado cuando se trata de garantizar no solo los recursos necesarios sino de respaldar las actuaciones emprendidas.
El Gobierno de la Nación no parece tener claro qué protocolos de aplicación deben ser aplicados en la Guardia Civil para cumplir con la legalidad en el vallado sin generar debates o polémicas. El amparo normativo y la claridad es fundamental cuando se trata de garantizar que los agentes que tienen encomendada la vigilancia en la valla sepan cómo deben actuar sin tener que estar en el punto de mira de entidades, partidos políticos u oenegés.
Pero en vez de alcanzar estos objetivos parece que el principal objetivo de los partidos es enfrentarse, crear polémicas sobre sus gestiones y comenzar la campaña electoral antes de tiempo, sin atender al bien común que es el que persigue la Benemérita.
Que Ceuta sea foco permanente de la actual atención mediática que se está produciendo no es malo, siempre que detrás de ese constante informar sobre Ceuta se obtengan resultados esperados.
Cuando un editorial de un periódico no defiende claramente y sin ambigüedad los intereses generales de su ciudad y ciudadanos..... Termina provocando el divorcio con sus lectores.