Llevaban tiempo vigilándolo. La Policía sabía que se ocultaba en el Recinto pero tenía tal cobertura que resulta impracticable su detención. Así fue hasta el 20 de junio pasado, cuando componentes de la UPR se llevaron detenido al sevillano A.C.R., que hoy ha sido juzgado por la magistrada del Penal número 1 quien lo ha condenado a seis meses de cárcel, por un delito de atentado.
Los tendrá que cumplir. Además tiene pendientes varias requisitorias dictadas por juzgados de Jerez y Sevilla de las que debe responder; por ellas le buscaba la Policía y por ellas se le tenía que arrestar sí o sí. Cuando los agentes procedieron a llevárselo detenido, se enfrentaron a varios vecinos que apoyaban a A.C.R. y pretendían impedir la acción policial. Hubo puñetazos, resistencia y amenazas de las que hoy se ha dado lectura en el acto de juicio oral.
Junto a A.C.R. ha sido condenado M.H.L. a seis meses de cárcel que no deberá cumplir al carecer de antecedentes y que se ha sustituido por dos años de responsabilidad personal subsidiaria. Según la calificación del Ministerio Fiscal, él fue quien, además, amenazó a los agentes de la Policía con estas frases: “Es mi casa. No salís con vida de aquí” o “sé dónde vivís cada uno y os vamos a pegar dos tiros”.
Ambos acusados se han conformado con la sentencia dictada por la magistrada del Juzgado de lo Penal número 1, reconociendo ser autores de los hechos ocurridos. No obstante, durante la celebración de la vista oral no ha quedado constatado que los golpes que recibió un agente fueran los causantes de las lesiones registradas en su labio, por lo que el Ministerio Fiscal tuvo que retirar la acusación por lesiones que también pesaba contra A.C. y que hubiera incrementado su pena.
Recinto, el ‘Príncipe 2’
El caso que hoy se ha juzgado se corresponde con una de las intervenciones más complicadas que ha tenido la UPR en el barrio del Recinto. Complicada por cómo fueron recibidos por varias personas que pretendían evitar el arresto de A.C.R., al que durante tiempo se le había dado cobertura para que no fuera arrestado.
De allí la Policía salió como pudo, llevándose arrestados a este sevillano y a un ceutí. En días posteriores detuvieron a otras dos personas más que habían sido identificadas como participantes en esta auténtica tangana, que han aceptado ya penas por conformidad.
La propia CNP destacó lo complicado de esta actuación y cómo los agentes tuvieron que protegerse en exceso para evitar perder al detenido y para mantener además su propia integridad física dado el cariz que estaban tomando los acontecimientos.
Que suerte tienen los delincuentes con el Ministerio fiscal!!! Mi marido fue agredido y el agresor presentó un parte de lesiones falso, sin tan siquiera haberlo tocado, y la señora fiscal lo admitió como bueno, ahora este sujeto le agrede a un agente, entre otras cosas, y los daños reales del policia no son suficiente prueba para aumentar su condena.
Viva la justicia!!!
Que pocos huevos para que quieren llevar una pistola en la cintura de decoración digo yo visto lo visto
No es que no tengan huevos, simplemente es que después lo acusan de abuso de autoridad o crees que a ellos no les fastidia la impotencia a la que están sometidos, tenemos unas leyes que se deberían reformar y dar más confianza a la autoridad, siempre con el raciocinio de que no haya abuso de esa autoridad
Tienes toda la razón en este tema, pero el punto de reformar las leyes está muy complicado, toda vez que este gobierno piensa echar abajo todo lo que implique confianza a la autoridad, si se da confianza al delincuente. Las condenas están para cumplirlas, sale muy barato insultar, agredir, entorpecer y obstaculizar la labor policial.