El verano es periodo de vacaciones, de descanso y disfrute. Para ellos: la mayor de las pesadillas...
Lo que para muchas familias es la época más esperada del año, para numerosos perros y gatos es el fin de una vida y el inicio de un mal sueño del que algunos nunca despiertan. Y es que la temporada estival sigue siendo sinónimo de abandono. “Ahora mismo rondamos sobre los 80 perros y estamos esperando que nos pasen más animales desde la Perrera Municipal, cuyas instalacioens también están saturadas”, apunta Javier Blanco, vocal de la junta directiva de la Protectora de Animales.
Más de 80 perros esperan impacientes un hogar. Muchos han vivido toda su vida con una familia y ahora se ven encerrados en una jaula. Algunos proceden de la falta de sensibilización sobre la necesidad de castrar. “Hay gente que aún no está concienciada para castrar a pesar de los muchos beneficios que tiene en la prevención de enfermedades, comportamiento o embarazos no deseados”, asevera.
La población de gatos también ha aumentado en los últimos meses. Uno de los motivos ha sido la suspensión de la campaña de castración de felinos en las calles, un programa auspiciado por la Consejería de Sanidad que mantuvo el control de gatos callejeros durante un tiempo y que, tras haber quedado desierto en su última convocatoria, ha descontrolado la cifra de esots animales en calles y colonias. “Estos años, la TNR ha controlado algo la proliferación de gatos, pero ahora que se ha acabado el contrato y no se ha renovado, están apareciendo muchísimas camadas”.
Es una situación que se repite año tras año y que ha derivado en una saturación de las dependencias de la Protectora y de las colonias controladas.
Los voluntarios, escasos para cubrir las necesidades de tal cantidad de animales, tienen que multiplicarse para ofrecer a cada uno de ellos todo lo que les han negado en los que eran sus hogares.
Están saturados. Es mucho el trabajo y pocas las manos. Toda ayuda es bien recibida. “Se puede venir a echar una mano para atender a los animales porque con este calor es muy importante que estén atendidos ya que se estresan más, porque hay muchos perros en cada patio”.
Para aquellos que dicen no tener tiempo, también hay alternativas para ayudarles. “Otra opción es ser casa de acogida y que puedan pasar un verano en un hogar, mientras los publican hasta encontrarles una casa definitiva. Siempre van a estar mejor que aquí”.
Esta es su vida, la de los invisibles, los olvidados en verano. Esos que esperan despertar en alguien un sentimiento de amor que ellos sabrán devolver con sus miradas o sus gestos de cariño.
Káiser, un perro con un carácter especial
Káiser lleva demasiado tiempo en la Protectora. Tal vez su “peculiar” carácter tenga algo que ver en ello, pero para los que le conocen saben ver detrás de este bulldog a un animal juguetón y cariñoso que busca en todo momento el contacto humano. “Él necesita una familia que le enseñe modales y le haga comprender lo que es vivir en un hogar”, explica Blanco. Con un fuerte temperamento, pero lleno de amor que entregar, Káiser es otro de los 80 perros que espera su oportunidad.
Chico, un nombre que no hace justicia a su tamaño ni a sus ganas de cariño
La vida de Chico cambió un día cuando un altercado obligó a su familia a dejarlo en la Protectora de Animales. Su nombre no hace justicia a su gran tamaño ni a sus ganas de buscar mimos y caricias. “Es super cariñoso. Su dueña está muy apenada y lo dejó con todo el dolor de su corazón, por eso quiere que se le consiga un buen hogar”, comenta Carmen Carrillo, una de las voluntarias de la Protectora.
Otto, en busca de un hogar para superar el estrés de vivir en la Protectora
Fue trasladado de la Perrera, Municipal hace unos meses y nadie se ha fijado aún en él. “Es un perro estupendo que necesita mucho cariño porque aquí está muy estresado”, señala Blanco. Dos años y muy cariñoso, así lo definen los que conocen a Otto.
Greta, la pequeña que ya ha sufrido demasiado
Apenas llega a los dos meses de vida y Greta ya conoce de sobras lo que es el sufrimiento. Vivir en la calle le ha pasado factura. Fue rescatada tras haber sufrido un terrible atropello que le provocó lesiones en su pequeña cabeza. “Se la aplastaron y le han quedado secuelas, pero ya está muy bien”, dice la voluntaria Carmen Carrillo.
Greta se merece un hogar donde dejar atrás todo el sufrimiento que su pequeño cuerpo ha tenido que soportar. Tras la deformación que le ha dejado el accidente, se esconde un pequeño gran corazón capaz de ofrecer cariño a toda una familia.
Dandy y Eiza, tímidos pero llenos de nobleza y fidelidad
Dandy y Eiza son dos de los diez galgos rescatados en la Península hace unos meses y que siguen a la espera de que alguien quiera ofrecerles un hogar. De carácter noble y tranquilo, Dandy es un macho cariñoso que se desvive por un mimo, mientras que Eiza demuestra un carácter tímido y asustadizo, seguramente impreso por un pasado de maltrato, pero que convive a la perfección con otros perros y gatos.
Los bebés que necesitan una familia
Ha sido necesario habilitar un antiguo almacén de la Protectora para albergar a las numerosas camadas que, día tras día, siguen apareciendo en las instalaciones de la asociación. Estos bebés, de entre dos y tres meses, se ‘derriten’ entre los brazos del que les ofrezca una pequeña muestra de cariño. Nada tímidos, sociables con personas y con otros gatos, estos pequeños están deseando demostrar lo lejos que está de la realidad la fama de huraños que muchos aún les asignan.
Sandy y Maya, dos juguetonas cachorras
Solo tienen ganas de jugar, algo habitual a sus dos meses y medio de edad. Son Sandy y Maya, dos pequeñas hermanas que vieron partir al único macho de la camada tras ser adoptado. Juguetonas y cariñosas, en Protectora confían en que sigan la misma suerte.
Browni, ejemplo de ganas de vivir tras su rescate de un contenedor de vidrio
Todo un luchador. Así se puede describir a Browni, un pequeño gato que aún no había cumplido el mes de vida cuando fue localizado en el interior de un contenedor de vidrio. Fue alimentado con biberones a los que se aferraba con fuerza, al igual que a la vida, y 15 días después, este pequeño sigue luchando por salir adelante.