El Consejo de Ministros dio ayer conformidad a lo que se había anunciado: el aumento de la subvención de las tarifas de transporte aéreo y marítimo del 50 al 75%. Queda atrás la polémica que ha servido para alimentar un enfrentamiento sin igual entre los distintos partidos, pero que al final no ha afeado lo que debe considerarse como logro histórico.
La clave no está en quién se quiera atribuir el mérito sino en el hecho de que este mes de julio podrá aplicarse ya ese mayor descuento para que los trayectos sean más económicos. Es un logro merecido para los ciudadanos españoles que residen fuera de la península y que ayuda a equiparar la situación con el resto, acortando la discriminación que existe hoy en día.
Se seguirá una tramitación urgente del procedimiento de elaboración y aprobación del real decreto para conseguir el incremento del que se beneficiarán los residentes tanto en la ruta marítima como aérea. Es sin duda la información más relevante de una jornada esperada, en la que se viene a dar cumplimiento a una medida sobre la que se ha trabajado desde hace mucho tiempo y que satisface la demanda de ceutíes y melillenses, además de los residentes en las islas.
En esa camino de acortar las discriminaciones hay que seguir trabajando, para no dejar que el motivo de la residencia sea objeto de tanta diferenciación.