Por “razones inexplicables” o, quizá, por una “mala maniobra” aderezada con el desconocimiento de una zona tan compleja como los isleros de Santa Catalina, se produjo el accidente del buque Sam Lion. Presenta dañados la práctica totalidad de sus tanques, con grietas de “diversa consideración”, tal y como ha explicado el capitán marítimo, Jesús Fernández de Lera.
La inspección submarina llevada a cabo hoy ha venido a confirmar que el carguero, que porta 40.000 toneladas de cemento, tiene problemas estructurales serios pero que no ha existido vertido alguno al mar.
“No hay peligro de contaminación y la carga está segura. Ni lo ha habido ni se prevé que lo haya”, ha insistido el capitán marítimo, quien ha advertido de la posible catástrofe que se podía haber llegado a producir.
Ahora los responsables del barco deberán, primero, descargar la mercancía en un puerto de mayor capacidad que el de Ceuta y ponerse en manos de un astillero que resuelva esta avería.
Capitanía ha pedido un plan de Salvamento a los responsables del Sam Lion para que detallen qué medidas van a adoptar y qué se va a hacer antes de autorizar su salida, que podría llevarse a cabo este viernes.