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Los cambios previstos por el Gobierno pasan por relevar al actual jefe de Gabinete de Vivas para que lleve las riendas de la sociedad municipal
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El Ejecutivo se mueve a impacto de golpe judicial
El pasado viernes, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, evitaba referirse a la persona que está llamada a llevar las riendas de Emvicesa. Una sociedad en el ojo del huracán después del varapalo judicial por el caso ‘Loma Colmenar’ que llevó a la detención y puesta en libertad con cargos de cinco de sus trabajadores. Vivas no quería adelantarse a dar el nombre de la persona que tiene en mente, y que no es otro que su jefe de Gabinete, Juan Manuel Doncel, con amplio conocimiento en este ámbito ya que estuvo al frente de Fomento y del experimento venido a menos bautizado como Giuce.
“Estamos en unos momentos difíciles en los que hay que trabajar”, exponía Vivas a los periodistas el pasado viernes. Momentos difíciles que llegan tras la dimisión de dos de sus consejeras, tras la detención de personal de Emvicesa y tras el pleno desarrollo de una operación que tiene en el punto de mira la política en materia de vivienda de los últimos años, destapada desde el momento en el que la Ciudad presentó denuncia en el juzgado tras ser herida con la filtración de la ‘lista fantasma’ por parte de Antonio López, antaño protegido del Gobierno concebido ahora como un “error del pasado”.
Doncel será la persona que en los próximos días sea designado como el que tenga que reflotar Emvicesa, dejando libre el puesto de jefe de Gabinete del equipo de Vivas.
En su currículum tiene el haber sido viceconsejero de Fomento desde 2004 a 2007, pasando después a ser el máximo responsable del área hasta 2011. La gerencia de la Giuce y de Servicios Turísticos fueron sus últimos destinos profesionales hasta su incorporación como jefe de Gabinete del presidente. Un papel que ahora aparcará en el camino para recuperar el rumbo de Emvicesa tras la designación de Kissy Chandiramani como consejera de Hacienda.
Se trata pues de un nombramiento político basado en la reacción, la reacción ante una operación policial desarrollada bajo las órdenes de la magistrada que lleva la instrucción del caso ‘Loma Colmenar’ y que está trabajando al detalle por llevar las investigaciones hasta sus últimos extremos, hasta que pueda agotarlas, protegida por el secreto de sumario.
Son ya 24 las detenciones llevadas a cabo, de los que 4 están en prisión. Pero la historia no termina ahí, el puzzle organizado sobre la mesa de su señoría solo ha empezado a montarse. Es más de un año y medio de investigación blindada, contando con el apoyo de los funcionarios que tiene a sus órdenes, sumando tomos y tomos, tirando del hilo para dar con lo que, se presume, es una presunta organización en forma de pirámide, con una cúspide y una red de conseguidores que servían de enlaces para recibir el dinero entregado por aquellas personas a las que, de esta forma, se les entregaba una vivienda.
La clave en el desarrollo de esta investigación es ir encajando las piezas, es decir, contar con personas que confiesen haber abonado el dinero a los conseguidores identificados y detenidos, a la hora de ir sumando un hilo que llegue hasta el final.
Cada plazo en el que se cumple el secreto se va justificando, prorrogándose hasta que se considere que la investigación se ha agotado por completo y contando con las unidades de la Policía Nacional para llevar a cabo la práctica de detenciones ordenadas.
En el punto de mira no están solo las 317 VPO de Loma Colmenar sino también las demás promociones. De todas ellas se pidieron listados y de todas ellas se ha ido comprobando adjudicatarios, contratos, fechas de firmas, reuniones y entregas finales.
Nunca antes se había estado ante una operación de estas dimensiones, de este calado y, sobre todo, con tantas ramificaciones.
Investigaciones sobre la mesa
Entre los detenidos figuran personas que han confesado haber hecho pagos por la obtención de viviendas, se intenta conocer si esas confesiones llevan a la identidad de los conseguidores ya señalados por la propia Policía y detenidos.