El Comité de Empresa de Trace seguirá adelante con su convocatoria de huelga, prevista para mañana a partir de las 00.00 horas. Que se llegue a este extremo nunca es bueno. Una huelga termina afectando el día a día de una ciudad, más aún cuando se trata de una protesta en el ámbito de la limpieza.
Durante la jornada de ayer se intentaron alcanzar posturas comunes, incluso a mediodía se habló de un acercamiento que podía fructificar en la anulación del conflicto que había sido ratificado por los trabajadores la tarde del viernes.
No ha sido así. A falta de unas horas para que comience el conflicto, si nada lo remedia, dará comienzo una situación de bloqueo que va a repercutir en toda la ciudadanía. La Ciudad ha fijado ya los servicios mínimos que debe para que no se genere un problema de salud pública, aunque los mismos han sido duramente criticados desde el Comité.
El conflicto laboral entre empresa y trabajadores deberá tener una salida digna y adecuada para que no se ponga en riesgo el trabajo de los demás o las condiciones de salubridad y convivencia que deben tenerse.
En la cesión recae la responsabilidad y madurez de los que son protagonistas de unas negociaciones que, a buen seguro, pueden reconducirse de otra manera mucho más acertada.