El presidente del Colegio de Médicos de Ceuta asemeja la sanidad a un bien preciado como el agua, cuya sostenibilidad requiere de la corresponsabilidad de la Administración, los profesionales y la población
El personal médico es imprescindible para el cumplimiento de los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que este año conmemoró el Día de la Salud con el lema ‘Cobertura sanitaria universal: para todos en todas partes’.
El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Ceuta se sumó a la efeméride poniendo el acento en la prevención, en su interés por colaborar con asociaciones y equiparando la sanidad con elementos preciados como el agua, puesto que se trata de un bien limitado para el cual cada vez se demandan más recursos humanos y materiales y cuya sostenibilidad requiere de la corresponsabilidad de Administración, profesionales y población.
“No se puede hacer ni un mal uso de las Urgencias ni de los medios diagnósticos y terapéuticos, tenemos que lograr la eficiencia, y evitar que el gasto se dispare porque podemos vernos abocados a un desplome”, razona Enrique Roviralta, presidente del Colegio de Ceuta, quien reflexiona sobre la trascendencia de la salud y el bienestar.
Por fortuna, existe acceso universal a la sanidad pública en España.
Podemos presumir de que tenemos un sistema sanitario público que, por definición, asegura la asistencia universal y gratuita. No así a nivel mundial, ni mucho menos, donde las diferencias son abismales.
Pero es que, además, en Ceuta, eso lo podemos destacar como singularidad porque no sólo asiste a la población censada, a la de derecho, sino que tenemos también una población que puede ser de Marruecos que viene a Urgencias en un momento dado con procesos graves, también embarazadas y menores.
Aparte, atendemos a inmigrantes del CETI que, a cargo del Ministerio correspondiente, reciben una asistencia sanitaria completa. Creo que España, en solidaridad, está en el número uno.
Hemos aludido al desequilibrio entre países. Pero, las mareas blancas denuncian otro tipo de barreras dentro de nuestro país con políticas que tienden a promover la contratación de seguros médicos privados.
Cuando el ciudadano ve que el sistema público de salud no le atiende con la prontitud que entiende que debería o lo que entiende para sus demandas, lógicamente, busca un sistema alternativo que es el privado.
Creo como Colegio, y otros colegios opinan lo mismo, que quizá no debería ser una cuestión de diferenciar entre pública y privada como competencia entre ellas, sino que deberían de actuar de forma colaborativa y complementaria.
Por otro lado, también hay que entender que la sanidad pública es uno de los pilares fundamentales del Estado de Bienestar y, por tanto, tiene que asumir esa responsabilidad y dotarla de recursos para que la calidad tienda a la excelencia.
La austeridad que hemos sufrido en estos años de crisis, ¿ha mermado la calidad asistencial?
Evidentemente, la palabra recorte ha supuesto, lógicamente, un recorte en recursos humanos y materiales. Por la parte que nos toca como Colegio hay que hacer hincapié en el personal. Los médicos y otros profesionales se han visto, hasta hace nada, con contratos precarios incluso de horas y en una situación incluso de sobrecarga asistencial. Eso al final afecta a la calidad asistencial.
Lo que ocurre es que el médico siempre va a poner al paciente como su objetivo principal. Por voluntad, por vocación, le da al paciente lo que tiene y más para poder paliar la falta de recursos en un momento dado.
La importancia del médico a lo largo de nuestra vida es indiscutible.
El papel asistencial del médico es fundamental, pero trasciende ya la parte asistencial. Es necesario que la Administración y las organizaciones siempre tengan en cuenta la opinión del profesional a la hora de legislar y de establecer las políticas porque es quien mejor conoce, sin duda, los problemas de la salud.
Nuestra profesión tiene más de cuatro milenios. Ya Hipócrates, antes de Cristo, hizo el código que, digamos, es la 'biblia' del médico. Pero es que, mucho antes, ya había habido médicos. El paciente necesita un médico, la sociedad necesita un médico.
Cuando uno nace, lo primero que ve es al médico que le recoge. A la matrona hoy en día. Pero siempre va a tener un médico a su lado. Cuando uno enferma, va a necesitar ir al médico, pero es que cuando muera también va a tener al médico. Los cuidados al final de la vida es algo que España tiene que potenciar: los cuidados paliativos, es decir, que el paciente, sin daños, sin dolor, esté acompañado por su entorno familiar. La sociedad envejece, vive más tiempo y necesita una calidad de vida.
Es algo fundamental para el colectivo médico porque nos centramos en conseguir curar al cien por cien y, a veces, no se puede curar. El médico cuando puede cura, cuando no alivia y cuando no consuela. Hemos llegado muy lejos alargando la vida, pero se nos plantea el reto de disfrutar de esos años con calidad.
¿Cuál es la receta para tener una buena salud?
Quizá la mejor se resuma en el aforismo ‘más vale prevenir que curar’. Entender la salud no solamente desde el punto de vista organicista, de no estar enfermo, sino que salud estaría incluso más en conexión con ser feliz. La salud en un estado de bienestar, como bien dice la palabra.
La OMS define la salud como un concepto más amplio, más humano y más social: es el estado de bienestar biofísico, psíquico y social de la persona, es decir, estar bien física, anímica, psíquica y socialmente, como puede ser un entorno familiar adecuado, laboral estable... Una sociedad está saludable cuando cumple las tres dimensiones de este concepto.
El acceso a la comida, a la vivienda, al trabajo, eso también forma parte de una sociedad sana. Por deformación profesional, el pensamiento se nos va hacia la no enfermedad. Pero el médico tiene que hacer mucho hincapié en que no es solo prevenir la enfermedad, sino promover la felicidad.
¿Cuál es la mejor forma de prevención?
Debe ser desde que uno es niño. La sociedad ya tiene que educar en salud. Por eso, un proyecto importante sería la colaboración entre los colegios de médicos y de enfermería con el Ministerio de Educación, la Consejería de Educación o la Dirección Provincial. En el caso de Ceuta sé que se hace, pero que se ahondara y se potenciara más desde la infancia porque cada periodo de edad tienen sus riesgos.
A lo mejor en Infantil y Primaria tienen que enseñar a comer, a cepillarse los dientes, etcétera... Luego, en Secundaria, hay que tener cuidado con las adicciones a las nuevas tecnologías, a las redes sociales, el alcohol, el tabaquismo, la drogadicción, etcétera… Todo eso es un continuo. Para conseguir el bienestar, tenemos que conseguir unas bases. Esto es como un edificio que necesita unos cimientos.
Enrique Roviralta: “Medicina es curar, aliviar y prevenir, pero también promover la felicidad”
pues señor el trato que usted me dispensó,mas que felicidad me provoco odio,ira y lastima de su persona,tras su corpontamiento,e ineficaz visita a su colsulta.
(y con la expresion de amor paz y felisidad de su rostro,iremos a muchos entieros subitamente,sin animo de oferder,si de hacerselo mirar)