El atentado estaba preparado con explosivos caseros que consistían en dos grandes bombonas de gas y varias botellas de gasolina
El hombre que el pasado 5 de noviembre trató de atentar contra un restaurante lleno de turistas en Larache, en el norte de Marruecos, fue condenado a treinta años de cárcel en una sentencia que deja claro sus motivaciones terroristas.
La sentencia, pronunciada hoy y recogida por la agencia marroquí MAP, establece que el condenado, que responde a las iniciales A.J. y tiene 36 años, preparó un atentado con explosivos caseros que consistían en dos grandes bombonas de gas y varias botellas llenas de gasolina.
El hombre ha sido inculpado de preparar su atentado "en el marco de un proyecto individual destinado a atentar gravemente contra el orden público mediante la intimidación, la violencia, la apología de actos terroristas y de una organización terrorista", entre otros cargos.
En su momento, la versión oficial omitió el hecho de que el atentado fallido tuviera carácter terrorista, así como ocultó que el restaurante estuviera lleno de extranjeros o que el atacante hubiera sufrido una conversión religiosa muy rápida hacia el radicalismo.
El atentado fallido se registró en el restaurante Al Juzama cuando este se encontraba lleno un domingo con los clientes de dos autobuses llegados desde el vecino Tánger, que no sufrieron daños porque los empleados del local adivinaron las intenciones del agresor y lo redujeron y entregaron a la policía.