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El Círculo de Silencio recordó que este niño hallado sin vida en la costa de Barbate pone de manifiesto que son los “más vulnerables en el drama migratorio”
El Círculo de Silencio convocado ayer en la plaza de la Constitución honró la memoria de Samuel, el niño migrante cuyo cadáver fue hallado el 27 de enero en la playa de Zahora (Barbate). “La muerte de este chico, además, pone de relieve cómo los menores son los más vulnerables en el drama de las migraciones y están expuestos aún a mayores riesgos”, dieron lectura en el manifiesto.
La “bienvenida” de Europa a la infancia refugiada “no está a la altura” de la situación actual, lamentaron residentes en el CETI, activistas y solidarios. La “única forma” de evitar las muertes en el Mediterráneo es “estableciendo rutas seguras y legales”. España, manifestaron en la convocatoria, tiene una “gran responsabilidad” ya que la frontera sur es la puerta de entrada de muchos migrantes y refugiados y, por ello, “deben de hacer todo lo posible para protegerles y darles una acogida digna”.
Los congregados denunciaron de forma pública que el país “está anteponiendo la condición de migrantes a la de menores de edad” y que existen “contradicciones entre las leyes y las prácticas dirigidas a controlar los flujos migratorios y las que tienen como fin proteger a los niños”. Por este motivo, instaron al Gobierno español a “liderar e impulsar” un cambio en las políticas europeas para dar respuesta a la crisis de los refugiados.
Con su silencio, los presentes quisieron expresar su solidaridad, denunciar y exigir a los gobiernos de España y Europa que “velen por los derechos de todos los refugiados e inmigrantes, en especial por los de los niños”. Asimismo, solicitaron a las autoridades que garanticen “entradas seguras, sin obligar a nadie a hacer un viaje peligroso y lleno de obstáculos”. Especialmente, tuvieron presentes a Samuel, el niño que apareció sin vida en la costa de Barbate. Con este fin, los concentrados apostaron por promover políticas orientadas a garantizar que los refugiados “reciban protección en la UE, de acuerdo con el derecho internacional”. Y, por otro, asegurar que la ayuda oficial al desarrollo “no esté condicionada por las políticas migratorias de los países de origen.”
Deber de socorro de la UE
Por otra parte, los asistentes pidieron a la Unión Europea (UE) que “cumpla el deber de socorro”. Unas 430 entidades reprochan la “pasividad” de la comunidad europea ante la “emergencia humanitaria” en Grecia y los Balcanes. “El sufrimiento de estas personas se ha agravado con la llegada del invierno, uno de los más fríos en los últimos años”, apuntaron en el Círculo de Silencio. Sin embargo, la preparación de esos campamentos “no se ha completado”, lamentaron.