En serio. Quizá vivamos en una realidad paralela. Quizá al otro lado de este mundo real existan pautas escritas en las que se enseñe a tratarnos como tontos. No hay explicación alguna que pueda encontrar a lo que tenemos que escuchar día tras día.
Hemos pasado de los amores peperos a lo Belén Esteban que sufre el PP por la Guardia Civil a los olvidos indecentes en los que incurre el PSOE cada vez que pasea a un cargo por Ceuta. Igual se empecinan en tropezar siempre con la misma piedra, quién sabe... para gustos no hay nada escrito.
Venir a contarnos ahora que urge disponer de nuevas infraestructuras para la Guardia Civil y la Policía Nacional suena a chiste. ¿Ustedes no revisan la hemeroteca?, ¿quiénes prometieron sacar a los policías nacionales de la comisaría-piso patera en la que se ven obligados a trabajar?, ¿recuerdan la promesa de la nueva Jefatura, los acuerdos para trasladarla a Ybarrola?
Si nos ponemos a hablar de la Guardia Civil el nivel de desvergüenza es mayor. Se cargaron el edificio del Parque de Artillería porque urgía trasladar allí la Comandancia. PP y PSOE se unieron, primero unos después los otros, en un proyecto insalvable que nadie ha ejecutado.
El bipartidismo tiende a olvidar lo que ha pasado en cada casa, obvian los problemas cometidos
Ahora tenemos un picadero/botellón/zona de consumo de hachís abierto a todos los públicos, sin respetar siquiera lo único salvado porque no pudieron ‘cargarse’ su protección y que se está dejando morir. Si hablamos de fuerzas de seguridad. Los mismos remiendos que hace el PP son lo que hicieron el PSOE.
¿Acaso no recuerdan las traiciones a las asociaciones de guardias civiles?, ¿la callada ante el poder de los generales?, ¿las miradas hacia otro lado para que la democracia entrara por fin en las casas-cuartel? Si hablaran las asociaciones de mujeres de guardias civiles tendrían que mucho que apuntillar a las manifestaciones socialistas.
Me superan los caramelos envenenados, las promesas de andar por casa, las ruedas de prensa para posar ante los medios de comunicación, las batallitas para no dormir... Si nos ponemos a revisar todo lo que se pudo hacer y no se hizo podríamos empezar a hablar de tráfico comercial, situación del porteo, avalancha, tragedias y un montón de problemas sin solución.
El bipartidismo juega a eso, a tirarse la pelota de un lado a otro sin barrer los olvidos y las traiciones que se quedaron en sus propias casas. Memoria, solo eso hace falta.