Está muy claro que la oposición no podía esperarse algo diferente en el tema del nuevo Reglamento de la Asamblea. Todos los cambios que se han producido han ido en una línea marcada hace tiempo y es la labor de reforzar el papel de autonomía y no de un municipio que se basa en la Ley de Régimen Local.
Es un paso más que da la Ciudad Autónoma y por ello ha dejado bien claro que en determinados puntos no se ajustarán a lo que establezca la ley que rige a los Ayuntamientos, e igualmente se deja bien claro la posibilidad de nombrar a consejeros no electos.
A pesar de determinados reveses que ha recibido el Gobierno del presidente Vivas, sobre todo por parte de los Juzgados de lo Contencioso de nuestra ciudad, se tiene muy claro que la singladura de Ceuta como una ciudad autónoma, totalmente embarcada en el régimen autonómico de nuestro país, será defendido hasta las últimas consecuencias por parte del presidente y de sus consejeros.
Ahora, los partidos que ya han anunciado que llevarán el tema a los tribunales un flaco favor le harán a la autonomía ceutí. Porque una cosa es que algunos quieran que nos convirtamos en comunidad autónoma, a lo que seguramente tienen razón y otra bien distinta es que no entiendan que se han dado pasos muy efectivos a lo largo de los últimos veinte años. Ahí están.